Dependencias del nuevo hospital de Salamanca

Dependencias del nuevo hospital de Salamanca

Salamanca SANIDAD

El traslado al nuevo hospital de Salamanca se ensombrece por la falta de personal y vestuarios

Trabajadores sanitarios recalcan que las dimensiones del nuevo complejo hospitalario obligan necesariamente a contratar más celadores, técnicos auxiliares de cuidados de enfermería y personal de cocina y consideran "un grave error" que no haya una cafetería

30 septiembre, 2021 07:00

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El traslado del persona sanitario y los pacientes de los hospitales Virgen de la Vega y Clínico al nuevo complejo hospitalario de Salamanca se está desarrollando a lo largo de todo este mes con normalidad y se espera que la mudanza esté totalmente finalizada para el próximo 7 de octubre. El nuevo hospital, de 87.000 metros cuadrados y que ha supuesto una astronómica inversión de 290 millones de euros para las arcas de la Junta de Castilla y León, supone un salto cualitativo sin precedentes para las prestaciones de la sanidad salmantina. Sin embargo, el estreno de las nuevas instalaciones también tiene sus sombras y ha generado ya las primeras críticas y recelos, principalmente desde de las filas de los trabajadores sanitarios. 

Por de pronto, el nuevo hospital se ha estrenado "de forma un tanto precipitada, con un personal que resulta insuficiente", señala, en declaraciones a EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León, la portavoz de la Coordinadora de Trabajadores Sanitarios de Salamanca (CTS), Isabel Gómez. "Hay que recorrer dentro del hospital unos pasillos enormes de 600 metros y esto genera problemas, han instalado 2.500 taquillas en el nuevo hospital, cuando los trabajadores que formamos la plantilla somos 5.000, eso resulta totalmente insuficiente, lo que implica que tenemos que compartir la taquilla, con los inconvenientes que eso supone a la hora de cambiarnos de ropa, no solo por la falta de intimidad, sino también por posibles contagios a través de la ropa", añade Isabel Gómez.  

Además, la CTS ha denunciado que las grandes distancias en el hospital, con sus enormes pasillos, han aumentado el tiempo que se emplea para cualquier acción. De esta forma, el traslado de un paciente para la realización de una prueba diagnóstica, por ejemplo, ha cuadriplicado el tiempo que antes se empleaba y lo mismo ocurre con el traslado de los carros de comida desde el edificio de cocinas hasta las plantas de hospitalización. Esta asociación señala que "ante la pasividad de los sindicatos y la gerencia para resolver los problemas, son los trabajadores los que se están enfrentando entre ellos a la hora de realizar sus trabajos porque el número es insuficiente y eso está generando conflictos". 

Por si fuera poco, los técnicos auxiliares de cuidados de enfermería (TCAE) se quejan "con razón, pues el estatuto marca claramente que no es su función, por tener que empujar los carros de comida que les dejan en la entrada de la planta para repartir las bandejas a los pacientes", especifica Isabel Gómez. Los operarios de servicio de cocina "dejan los carros en la puerta de la planta porque tienen que ir a por otro carro para repartir a otros pacientes y si se quedan, no comen otros pacientes". Todo porque las distancias han aumentado considerablemente en el nuevo hospital y, sin embargo, el personal no se ha incrementado ni reforzado. Además y según los datos aportados por Isabel Gómez, esta problemática es extensiva también a los celadores que se encargan de desplazar las camas de los pacientes, ya que "con el mismo personal es imposible cubrir las distancias actuales y que sea fluida la atención a los pacientes". Y esto también ocurre con el personal de lencería que reparte la ropa por el hospital, que además, no tienen ni lugar ni una silla donde sentarse, denuncia la CTS. 

Esta organización también considera considera imprescindible y urgente la contratación de más operarios de servicio para cocina, que acompañen a las TCAE para repartir las comidas a los pacientes hospitalizados, puesto que las distancias hacen inoperativo este reparto con la actual plantilla. "Al mismo tiempo urge el aumento de plantilla de celadores y lencería si queremos que los tiempos de actividad sean adecuados", señala Isabel Gómez. Por si fuera poco, en el caso de los celadores "es necesario mejorar la organización de estos profesionales, que con su actual jefatura deja mucho que desear y ocasiona malestar entre estos". 

Isabel Gómez insiste en que personal sanitario tiene derecho a una taquilla dentro del hospital para cambiarse de ropa. "No se entiende que el servicio de Medicina Preventiva se esfuerce en hacer circuitos, evitar que se esté con ropa inadecuada trabajando, que se prohíba salir del hospital con ropa de trabajo para evitar infecciones y al mismo tiempo decenas de trabajadores tienen que desplazarse con ropa de trabajo desde el Virgen de la Vega por la calle, llueva o nieve". Para colmo, en algunas zonas quirúrgicas no existen vestuarios para ponerse los trajes quirúrgicos. Se trata de "un sinsentido que además cuenta con la pasividad de la Junta de Personal, desaparecida durante la pandemia y el traslado al nuevo hospital, abandonando a los trabajadores sin ofrecer soluciones", subraya la CTS. 

Más quejas 

A todas carencias hay que sumar una más: el nuevo hospital carece de cafetería "y eso no es un tema menor, sino un grave error, porque la cafetería es un lugar totalmente necesario para que puedan acudir los familiares de los pacientes a relajarse". Como alternativa, desde la dirección del hospital se ha propuesto habilitar unas máquinas expendedoras, "pero eso no es una solución, porque hay muchas personas mayores que vienen a visitar a su familiar al hospital y no se aclaran con su funcionamiento, lo que hace falta es una cafetería, pensando siempre en los familiares de los pacientes, y se ha abierto el nuevo hospital sin cafetería, fruto de la precipitación con que se ha hecho el traslado".

La última voz que se ha sumado a este aluvión de críticas es el sindicato de enfermería Satse, que ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo por considerar que se está vulnerando la normativa vigente, dado que las enfermeras no disponen de taquillas suficientes en el nuevo Complejo Asistencial, lo que les obliga a compartir las que se han instalado, con los consiguientes riesgos de posibles contagios e infecciones.