En la madrugada del 1 de enero de 1937, once hombres buenos fueron sacados de la prisión de Salamanca para ser llevados a la tapia del cementerio y colocados delante de un pelotón de fusilamiento para ser ejecutados. Su delito, ser fieles a sus ideales y a la Republica.

Este 31 de diciembre, a las 12:30 horas, en el cementerio de Béjar delante del monolito que recuerda a los represaliados por el franquismo de Béjar y su comarca se les rendirá un homenaje por parte de la Asociación Salamanca Memoria y Justicia.

LOS ONCE FUSILADOS

Enrique Castro Pérez, 21 años, camarero, casado, un hijo.

Celestino García Martín, 20 años, maquinista, soltero.

Valentín Garrido Muñoz, 53 años, procurador de los tribunales, concejal del Ayuntamiento de Béjar y diputado provincial en Salamanca, casado, cinco hijos (más uno asesinado el 16 de agosto)

Valentín Garrido Sánchez, 29 años, empleado de banca, casado, dos hijos.

Eloy González Benito, 61 años, comerciante, alcalde de Béjar, casado.

Antonio Gutiérrez Sánchez, 31 años, chófer, casado, cuatro hijos.

Adolfo Izcaray Cebriano, 20 años, tipógrafo, soltero.

José Juan Marcos, 33 años, telegrafista ferroviario, soltero.

Pedro Miñana Regadera, 45 años, secretario del Ayuntamiento de Béjar, casado, dos hijos.

Gregorio Nieto Muñoz, 58 años, propietario de un Ventorro, casado, cinco hijos.

Félix Vallejo García, 46 años, tejedor, casado, siete hijos.