Los jubilados no bajan la voz para reclamar pensiones dignas y vuelven a salir a la calle. Este jueves 15 de marzo lo han hecho de nuevo en la sede de la Seguridad Social como preludio de la manifestación del sábado 17, a la misma hora, desde Gran Vía hasta la Plaza Mayor.

Los sindicatos quieren mantener la tensión en la calle “para que la presión social haga rectificar al gobierno del Partido Popular”, pues consideran que el incremento del 0,25%, por debajo del IPC, “es un insulto para los pensionistas”. Además, se recogen firmas en toda España para presentárselas al Gobierno. Y es que las pensiones, casi 80.000 en la provincia de Salamanca, tienen a una de cada cinco en el umbral de la pobreza, sobre todo mujeres en el ámbito rural.

“Hacemos un llamamiento a partidos políticos y asociaciones para la defensa del sistema público de pensiones que está en riesgo, y mucho más para el colectivo de trabajadores que se acerca a la edad de jubilación”, destaca Emilio Pérez, secretario provincial de Comisiones Obreras (CCOO). “El gobierno prometió aumentar la pensión de viudedad del 52% al 60% y aún no lo ha hecho. Seguramente lo llevará a cabo en 2019, que es año electoral”, añade José Luis Hernández Rivas, secretario provincial de la Unión General de Trabajadores (UGT).

“Llevan años diciéndonos que suben las pensiones, pero no se han revalorizado como lo ha hecho el coste de la vida, es un robo, en los últimos años hemos perdido un 3,9% del poder adquisitivo, y la ministra tiene la gentileza de enviarnos siempre una carta anunciando la suculenta subida. Si luchamos podemos perder, pero sin lucha estamos perdidos”, afirma Tomás Martín, de la sección sindical de pensionistas de CCOO. “Se necesita una reforma porque parece que no hay dinero para las pensiones, pero venimos diciendo desde hace tiempo que hay fórmulas para recaudar ese dinero para las arcas de la Seguridad Social”, añade Luciano Ramón, de los pensionistas de UGT.