Los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en León reclaman el apoyo institucional necesario para combatir la lacra de incendios forestales que se produce año tras año en la provincia. Muchos de los casi 800 incendios forestales declarados en la provincia en lo que va de año se podrían evitar si la plantilla de Agentes estuviera al completo, casi el 30% de las plazas están vacantes.

Con más de 20.000 hectáreas de monte calcinadas, casi la mitad de las quemadas en toda Castilla y León, el esclarecimiento de las causas de los incendios y su investigación adquiere una importancia vital a la hora de reducir estas cifras, esto es prevención.

Los Agentes Medioambientales son los que siempre realizan la investigación de causas, detectando el punto de inicio y el medio de ignición si existe, a veces trabajan en colaboración con el Seprona para evitar duplicidades en la fiscalía y juzgados y que todos los recursos se usen en la misma dirección, pero no es menos cierto que los efectivos de la Benemérita son aún más escasos y se deben sumar esfuerzos y trabajar de forma sinérgica, todos los recursos son pocos en la lucha contra los incendios.

El problema

Con los efectivos actuales sólo se llega a investigar un pequeño porcentaje de esos 800 incendios forestales (un 20% aproximadamente), ya que los Agentes disponibles deben dedicarse a la dirección de extinción del 95% de los incendios que se declaran en la provincia y, por tanto, deben priorizar los más importantes.

Desde el sindicato independiente se ha propuesto en repetidas ocasiones volver a formar las BIIF (Brigadas de Investigación de Incendios Forestales) de Agentes Medioambientales que fueron desmanteladas hace unos años, y que deberían estar operativas todo el año y especialmente durante la Época de Peligro Alto con guardias de localización asignadas con objeto de comenzar con la investigación desde la misma declaración de cada incendio, no tiene mucho sentido investigar después de una semana del incendio - nos recuerdan los Agentes siempre -.

Algo que denuncian insistentemente los Agentes Medioambientales, y por lo que desde CSIF ponen voz al colectivo, “cuando debería ser la Junta de Castilla y León”, es el práctico nulo apoyo institucional que parece ir encaminado a la sola presencia y voz del político de turno, ninguneando a los mismos representantes sindicales en cuestiones tan básicas como su seguridad, la licitación de uniforme, EPI (Equipo de Protección Individual) o vehículos, y a los propios Agentes Medioambientales que según manifiestan “si los servicios salen a adelante es por la inquietud y voluntad personal de muchos de nosotros”.