El precioso mar dorado de girasoles

El precioso mar dorado de girasoles Turismo Burgos

Burgos

Un precioso mar dorado en un pueblo de Burgos: la ruta por el asombroso campo de girasoles que solo se puede ver en verano

Es un espectáculo natural con unos paisajes de ensueño que cuenta con un recorrido de unos tres kilómetros.

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Castilla y León tiene paisajes idílicos, sacados de un cuento. Algunos se asombran al recorrerlos y otros aprovechan estas preciosas estampas para pasear por ellas y disfrutar de la belleza que ofrece la naturaleza.

Cada rincón tiene sus singularidades. Hace unos meses, con la llegada del verano, Valladolid deslumbraba al mundo con un campo de amapolas en mitad del núcleo urbano. Y ahora el protagonismo se lo lleva Burgos.

Un mar dorado asoma en la provincia y sorprende a todos los vecinos que pasan por la zona. Se trata de los preciosos campos de girasoles, un espectáculo natural que se encuentra en el norte, en la comarca de La Bureba.

Una bella estampa de los girasoles y una iglesia de fondo

Una bella estampa de los girasoles y una iglesia de fondo Turismo Burgos

Un rincón burgalés, conocido por la belleza de sus paisajes, donde se extiende entre los meses de julio y agosto un mar dorado que enamora. Por lo que estas tardes de verano son la ocasión perfecta para perderte entre el color amarillo.

De hecho, existe una ruta para poder contemplarlos a la perfección. Y parte desde el municipio de Briviesca, la histórica capital de la comarca de La Bureba, junto a las aguas del río Oca, que fue bautizada por Azorín como 'el corazón de Burgos'.

Esta cuenta con tan solo unos 6.500 habitantes, población que durante estas fechas se multiplica con la gran cantidad de turistas que acuden a sus campos para contemplar esta obra de arte que no parece real.

El pueblo burgalés ofrece una ruta llamada 'Girasoles con arte', una experiencia al aire libre que combina el patrimonio cultural de la localidad burgalesa con la impresionante estampa que ofrecen estos paisajes.

El recorrido comienza en la Plaza Mayor y transcurre por tres kilómetros que se pueden alargar todo lo que el visitante desee. Sin olvidar la importante parada que se debe hacer para contemplar de cerca estos girasoles y el mar dorado que logran crear en este rincón burgalés.

Asimismo, una de sus peculiaridades es que se puede combinar esta ruta con otros senderos. Por lo tanto, está pensada para hacerla con tranquilidad y admirando el paisaje.

Un lugar que cuenta con unos preciosos campos de girasoles para pasear, desconectar y tomar alguna fotografía. Un lugar que, además, puede presumir de su historia y monumentos tan significativos como la Colegiata de Santa María, considerada una de las iglesias más antiguas de España o el conjunto monumental de Santa Clara, conocido como el Escorial de los retablos.

Una bella estampa del pueblo burgalés

Una bella estampa del pueblo burgalés Turismo Burgos

Cabe destacar que no es el único lugar de la provincia donde se pueden observar estos campos de girasoles. También es posible en Las Merindades y en la Ribera del Duero, en las localidades como Caleruega y Villanueva de Gumiel.

Es, sin lugar a dudas, uno de los atractivos de cada año que consigue reunir a miles de vecinos y turistas para contemplar este paisaje único que todavía es más especial cuando llega el atardecer.

La leyenda

Los girasoles tienen un encanto especial y, como no podía ser de otra forma, una leyenda. Fue la ninfa Clytie, hija de Océano y Tetis, quien un día estaba paseando por un campo cuando se encontró con Apolo, el más luminoso y atractivo de todos los dioses griegos.

Motivo que hizo que Clytie se enamorara perdidamente y lo seguía con su mirada durante todo el día. El camino que seguía él era el mismo que sigue el sol y ella lo seguía girando su cabeza siguiendo los movimientos de Apolo.

Clytie no quería moverse del sitio porque no quería perder el recorrido del dios y empezó a echar raíces hasta convertirse en la planta que hoy se conoce como girasol.