La Guardia Civil de Burgos ha investigado a un OB, un hombre de 27 años, por una posible denuncia falsa. 

Hace varios días, el hombre en cuestión denunció ante la Guardia Civil que un compañero de piso le había cogido las llaves de repuesto de su coche, lo había usado sin su permiso y había ocasionado desperfectos en la carrocería, compatibles con una salida de vía en un camino, donde según él, el coche apareció al día siguiente. 

Sin embargo, desde el primer momento, los agentes encargados de atender a este hombre y registrar la denuncia dudaron de los hechos por las claras incongruencias que fueron encontrando en la versión del denunciante, pues este incluso se llegó a negar a identificar al presunto autor, utilizando como excusa que había viajado a Marruecos. 

Tras ello, la Guardia Civil descubrió que el mismo coche que el denunciante decía que le habían robado, dañado y abandonado, había recibido el alto de una Patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Aranda de Duero que circulaba por la carretera CL-619, a la altura de Fuentespina, a causa de una infracción por parte del conductor justo en el mismo momento en el que el propietario del coche dijo que se habían producido los hechos que él estaba denunciando, pero que la persona al volante hizo caso omiso a las señales luminosas y a las indicaciones de los agentes, dándose a la fuga a gran velocidad hasta cochar contra una cuneta tras salirse de la vía en un camino. 

Además, los agentes notificaron que del vehículo se bajaron dos personas que abandonaron el automóvil para seguir huyendo, esta vez, a la carrera. Finalmente, lograron identificar al conductor, que, causalmente, se trataba de OB. 

Pero todavía hay más. Las pesquisas realizadas por los investigadores verificaron que el vehículo se encontraba a nombre de una mujer, pero lo cierto es que en el habitáculo se encontró un contrato de compraventa entre particulares a nombre de OB.

De este modo, la investigación ha aclarado que todo fue una farsa y que el denunciante decidió acusar a una tercera persona para así desvincularse de los delitos que él mismo había cometido, aunque sin éxito. Motivo por el que, finalmente, ha sido investigado.