Han sido años duros, de incertidumbre y en algunos momentos de mucho miedo. Desde 2016, Castrillo Mota de Judíos se encontraba en la lista negra de un “grupo organizado” ligado a movimientos xenófobos y de extrema derecha radical con un "marcado discurso antisemita". El municipio burgalés, denominado Castrillo Matajudíos hasta junio de 2015, con un alto bagaje histórico relacionado con el mundo judío era el centro de la diana con ataques y amenazas. Ahora, después de la detención de dos hombres y una mujer, el municipio burgalés respira aliviado.

Desde el primer momento se supo que no se trataba de “una gamberrada de fin de semana” y que era obra de un grupo de fuera con ramificaciones en Madrid que se trasladaba hasta Castrillo para cometer estos delitos. “Ahora estamos más tranquilos, satisfechos y contentos con la detención de esta gente”, explica a este periódico su alcalde Lorenzo Rodríguez.

Hay que remontarse casi cinco años atrás para comprobar las primeras acciones de este grupo en el pueblo de Burgos. Posteriormente, en diciembre de 2021 aparecieron varias pintadas en Castrillo Mota de Judíos contra el alcalde del municipio, además de producirse el intento de quema de su bandera, en la que figura la Estrella de David. Posteriormente en verano, llegó la quema de varios contenedores lo que provocó un sentimiento de temor y de inseguridad entre sus habitantes, poco más de 50 habitantes. “Ahí lo pasamos mal. Veíamos que cada vez la cosa iba a más. Comenzó con amenazas y gritos y acabó con la quema de objetos creando mucha inseguridad entre nuestros vecinos”, comenta el primer edil.

Pintadas en Castrillo Mota de Judíos - ICAL

Nuevo Centro de la Memoria Sefardí

La Guardia Civil comenzó la investigación en Burgos y Madrid, las cuales confluyeron al detectar que existía un mismo modus operandi llevado a cabo por los autores de estos actos de odio. Por este motivo, el cuerpo será homenajeado el día 8 cuando se celebre la inauguración del Centro de la Memoria Sefardí y donde se contará la presencia de representantes de las comunidades judías de España. Un centro que será una realidad tras una inversión de 500.000 euros, cuyos gastos han corrido por parte del Ayuntamiento, la Diputación de Burgos, la Junta de Castilla y León, la Asociación Mota de Judíos y otras entidades colaboradoras.

Castrillo acogió a la comunidad judía entre los siglos XI y XIV desplazada de Castrojeriz (Burgos) por este motivo se intenta hacer del municipio un “referente” para la comunidad judía y todo un “ejemplo de tolerancia” para las diferentes culturas.