Piscina natural en plena Sierra de Gredos

Piscina natural en plena Sierra de Gredos Candeleda-Gredos

Ávila

El precioso pueblo de Ávila repleto de piscinas naturales perfectas para refrescarse en verano: "Hay hasta chiringuito"

Un paraíso natural de aguas cristalinas en la Sierra de Gredos, que combina cultura, patrimonio, naturaleza y gastronomía en un entorno único con un microclima ideal para los meses más calurosos del año.

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En plena ola de calor, casi todo el mundo busca trasladarse a lugares donde poder combatir las altas temperaturas. Piscinas, playas y también entornos naturales con el agua como principal protagonista.

Aunque muchos no lo sepan, Castilla y León está plagado de rincones de este tipo que nada tienen que envidiar a las zonas de costa.

Pueblos con imponentes piscinas naturales en paisajes de ensueño, que nada más comenzar la época estival se llenan de vecinos y visitantes que buscan acabar con el calor asfixiante en entornos únicos con vistas fascinantes.

Si bien, hay uno que destaca por encima del resto. Se encuentra en la provincia de Ávila y, lejos de albergar una sola piscina natural tal y como ocurre en la mayoría de los casos, este presume, entre otras cosas, de contar con un gran número de bellas pozas de aguas cristalinas, perfectas para refrescarse en los meses de verano.

Además, la gran mayoría dispone de amplias zonas verdes, aseos, aparcamiento "y hasta chiringuito", uno de los servicios mejor valorados por los que ya se han acercado a conocerlas.

Hablamos de Candeleda, un pueblo medieval de 5.000 habitantes ubicado en la ladera sur de la Sierra de Gredos y adornado con ríos, gargantas y cascadas, que se ha convertido en el destino predilecto de un gran número de personas.

Piscina natural de Candeleda, Ávila.

Piscina natural de Candeleda, Ávila. E.E.

En ello mucho tiene que ver el hecho de tener un microclima ideal durante la temporada estival que hace que allí la temperatura media ronde los 26 grados en los meses más calurosos del año.

Dos de sus piscinas naturales más visitadas son el Charco Carreras y el Charco Palomas, dos pozas formadas por la garganta de Santa María en el casco urbano de la villa.

Si bien, Los Riveros, el Charco de la Fidela o la Garganta de Tejea, las tres situadas en El Raso, también se han convertido en todo un reclamo, sobre todo, para los vecinos de la zona.

En algunas de ellas, como en el Embalse del Rosarito, hasta se pueden realizar diferentes actividades acuáticas como pesca o piragüismo. Un compendio de factores que lo han llevado a ser recomendado por la prestigiosa revista de viajes National Geographic.

Ahora bien, esto no solo se debe a sus imponentes piscinas naturales, sino también al hecho de que Candeleda sea considerado uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Ávila.

También un destino perfecto para todos aquellos que buscan paz y tranquilidad, pero sin llegar al aburrimiento, y el lugar ideal para los amantes de la naturaleza.

Porque en Candeleda todo es posible. Es un pueblo con actividad durante el día, pero que esconde verdaderos tesoros naturales donde reina el silencio y en los que, además, se pueden practicar múltiples actividades al aire libre.

Desde espectaculares rutas de senderismo, como la circular de La Tijera o la de las Tejoneras; hasta paseos a caballo por sendas como la de Chilla, un camino con vistas inmejorables, que lleva al santuario atravesando parajes de gran riqueza visual como La Hoya o El Empedrao.

Qué ver en Candeleda

Pero su casco urbano tampoco pasa desapercibido. El valioso patrimonio cultural que alberga entre sus calles y plazas merece ser visitado, al igual que sus casas típicas del Valle del Tiétar, de adobe y madera y con preciosos balcones llenos de flores.

Destacan la Casa de las Flores, donde hoy se encuentra el museo del Juguete de Hojalata y la Casa de la Judería, sede de la Inquisición en los siglos XV y XVI.

Candeleda

Candeleda Fotografía: Ayuntamiento de Candeleda

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV y declarada Bien de Interés Cultural; la ermita de San Blas; el puente viejo, construido sobre la Garganta de Santa María; y el Museo Etnográfico son algunos de sus mayores atractivos turísticos.

Además, a pocos kilómetros se halla el Santuario de la Virgen de Chilla, una iglesia del siglo XVIII que custodia a la patrona de Candeleda; y el Castro Vetón de El Raso, considerado uno de los yacimientos arqueológicos más completos de la meseta castellana.

Un verdadero paraíso que bien merece ser visitado al menos una vez en la vida al ser entendido como una auténtica joya que descubrir.