En un pequeño paraje natural de la zona de El Tiemblo, en la provincia de Ávila, se levanta un histórico monumento con siglos de historia. Uno de los primeros monasterios que se fundaron en la península Ibérica allá por el siglo XIV. Tras una época de abandono, el Monasterio de San Jerónimo de Guisando ha pasado de estar en la famosa lista roja de Hispania Nostra a entrar a formar parte de la Red de Patrimonio Histórico.

Una importantísima noticia para la zona, turísticamente hablando, que se da tras unos importantes trabajos de rehabilitación de las ruinas del edificio. Un paso más que colocan al Monasterio de San Jerónimo de Guisando en uno de los principales reclamos de la provincia abulense.

Frente a los Toros de Guisando y en la falda de la montaña, este monasterio se ubica lejos de la civilización, en una zona rodeada de naturaleza pura, con la que se mimetiza a la perfección y donde se respira una calma enorme.

A lo largo de los siglos, su curiosa historia se remonta a los ermitaños italianos, que se asentaron en las covachas cercanas, cuando decidieron comenzar su construcción aprovechando la donación de unas casas de labor de Juana Fernández, aya de la infanta Leonor e hija de Enrique II, rey de Castilla.

Ha sido víctima de incendios, reformas, ampliaciones, restauraciones y modificaciones hasta el día de hoy. En algún momento de su vida, el monasterio fue habitado por los frailes Jerónimos, que permanecieron hasta la desamortización del siglo XIX, pasando a una propiedad privada. A finales de dicha época, se llevó a cabo una relevante labor de consolidación de sus ruinas y acondicionaron el jardín al propio estilo del momento.

Tiene forma de cruz latina, con cabecera semioctogonal. Dispone de tres pequeñas naves y un coro. Destaca el claustro, con dos pisos de arcos rebajados sobre columnas sencillas, al lado de la capilla gótica.

En los Toros de Guisando, a los pies del Monasterio, el Ayuntamiento de El Tiemblo recrea cada septiembre la conmemoración del tratado de los Toros de Guisando, entre la infanta Isabel y su hermano, el monarca Enrique IV.

En la web de Red de Castilla y Palacios se pueden hallar experiencias singulares para conocer de manera distinta este lugar. Puede hacerse a través de visitas guiadas con desplazamiento en lanzadera con un vehículo 4x4 o con excursiones a pie entre fresnos, encinas, robles y arces. Sus jardines románticos de la marquesa de Castañiza, la Casa de Legos, las ruinas de la iglesia, las cuevas, la ermita de San Miguel o los claustros son algunos de sus tesoros.

Con su inclusión dentro de la Red de Patrimonio Histórico se entra en una nueva dimensión de turismo cultural y experiencial, poniendo el foco en el extraordinario valor patrimonio de nuestro país. Se trata de la sexta ubicación de la provincia de Ávila que pasa a formar parte de esta red.