Castilla y León se arruga en el espejo del futuro: será la segunda región más envejecida de Europa en 2040

Castilla y León se arruga en el espejo del futuro: será la segunda región más envejecida de Europa en 2040

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Castilla y León se arruga en el espejo del futuro: será la segunda región más envejecida de Europa en 2040

Para ese año, la mediana de edad en la región alcanzará los 57 años, frente a los 44,1 años de media en la UE. Asturias conservará el liderazgo, con 58,4 años, seguida de Cerdeña (56,7) y Galicia (56) .

Más información: El reto del envejecimiento: Castilla y León es uno de los territorios de la UE con el porcentaje más bajo de menores de edad

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En muchas plazas de Castilla y León ya no resuena el bullicio de los niños jugando. Lo que sí se escucha en los pueblos y ciudades de la Comunidad es el sonido de los bastones contra el suelo.

La comunidad vive un proceso de transformación demográfica imparable y que preocupa. Cada vez nacen menos niños y cada vez son más los ancianos, hasta el punto de que, en apenas 15 años, Castilla y León será la segunda región más envejecida de toda la Unión Europea. Como suena.

La región encara un horizonte demográfico complejo y sin precedentes. Según las proyecciones de Eurostat, la comunidad se convertirá, a partir de 2040, en la segunda región más envejecida de toda la Unión Europea, solo por detrás de Asturias.

Para ese año, la mediana de edad en la región alcanzará los 57 años, frente a los 44,1 años de media en la UE en 2021, lo que refleja la aceleración del proceso de envejecimiento en España y, particularmente, en el noroeste peninsular.

Antes de llegar a esa fecha, el impacto ya se hará visible en la próxima década. Para 2030, Castilla y León será la tercera región europea con la población más envejecida, con una mediana de 53,4 años, solo por detrás de Asturias (54,4) y Cerdeña (53,7), y empatada con Liguria (Italia) y Martinica (Francia).

Esto significa que, en apenas cinco años, la comunidad habrá escalado posiciones en un ranking continental que evidencia las desigualdades territoriales en el reparto generacional.

En el contexto de 2022, Eurostat situaba ya a Castilla y León como la décima región más envejecida de Europa, con una mediana de 49,5 años, frente a los 50,3 de Asturias y los 52,1 de Chemnitz (Alemania), que encabezaba entonces la clasificación. Ahora se espera que antes de finalizar este año, la estadística europea saque nuevas proyecciones, aunque todo apunta a que nada cambiará.

Las previsiones de Eurostat para 2040 son contundentes: Asturias conservará el liderazgo, con 58,4 años, seguida de Castilla y León (57), Cerdeña (56,7), Galicia (56) y Cantabria (55,3).

Diez años más tarde, en 2050, la tendencia apenas cambiará: Asturias volverá a ocupar la primera posición (59,1 años), y Castilla y León se mantendrá en segundo lugar, empatada con Cerdeña, con una mediana de 57,9 años.

El dato contrasta con el caso de Melilla, que se mantiene como el territorio más joven de España y uno de los más jóvenes de la UE.

En 2030 tendrá una mediana de 35 años, cifra que apenas subirá hasta los 36,6 en 2050, muy lejos de los registros castellanos y leoneses.

España es, de hecho, el país que más ha envejecido en la última década dentro de la Unión. En 2012, la edad media de la población era de 40,8 años, mientras que en 2021 había ascendido a 44,7, lo que supone un aumento de casi cuatro años en solo diez ejercicios.

El saldo vegetativo

A este envejecimiento estructural se suma un saldo vegetativo claramente negativo, alimentado por la caída de los nacimientos y la estabilidad de las defunciones en Castilla y León.

En el primer semestre de 2025, la región registró 6.164 nacimientos, un 1,2% menos que en el mismo periodo de 2024 (6.240). Esta bajada contrasta con la tendencia nacional, que experimentó un repunte del 0,6%, hasta los 155.635 alumbramientos.

Los datos reflejan un comportamiento desigual entre provincias. Aumentaron los nacimientos en Soria (+4,7%, 245), Zamora (+2,3%, 358) y Valladolid (+0,9%, 1.512).

Mientras que descendieron con fuerza en Palencia (-6,5%, 373), Salamanca (-5%, 811), Ávila (-3,2%, 419), Segovia (-3,1%, 443), León (-0,6%, 1.009) y Burgos (-0,5%, 995).

Por el contrario, las muertes crecieron ligeramente, un 0,3%, hasta las 17.680 en lo que va de año. Aunque algunas provincias registraron descensos significativos —como Salamanca (-4,2%), Segovia (-3,2%) o Soria (-2%)—, el balance general continúa mostrando un exceso de defunciones sobre nacimientos, un patrón constante en la última década.

El panorama que dibujan los datos de Eurostat y del INE confirma que Castilla y León se encuentra en el epicentro del invierno demográfico europeo.

La combinación de baja natalidad, emigración de jóvenes y envejecimiento poblacional se ha convertido en un cóctel explosivo.

Esperanza de vida

Por otro lado, Castilla y León es la sexta región europea con mayor esperanza de vida y la tercera de España, con 84,9 años de media, según establece el último Focus on Spanish Society, publicación editada por Funcas, que remarca que España tiene el indicador más alto de la UE.

Medidas de la Junta

Ante esta situación, la Junta aprobó el pasado mes de febrero una nueva 'Estrategia de mayores' de Castilla y León, donde se han movilizado 1.800 millones en tres años, con el objetivo de garantizar un envejecimiento activo y saludable y combatir la soledad no deseada y el aislamiento social de más de 643.000 personas con más de 65 años que residen en la Comunidad.

La Estrategia, con una vigencia entre 2025-2027, recoge 89 actuaciones distribuidas en cuatro ejes: derechos y autonomía personal, prevención de la dependencia y lucha contra la soledad no deseada, desestitucionalización de los servicios e innovación y fortalecimiento de la participación.

Aunque también son importantes las medidas para fijar población y hacer que los jóvenes no marchen. Para ello, se ofrecen 2.000 euros de ayuda a las familias que trasladen su residencia a municipios de menos de 20.000 habitantes, buscando atraer nuevos residentes a zonas despobladas.

O se promueve la empleabilidad joven con apoyo a proyectos de investigación y emprendimiento, incentivando nuevas oportunidades en el medio rural.