Cañón del Río Lobos

Cañón del Río Lobos Diputación de Soria

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Las siete maravillas naturales de Castilla y León, según National Geographic

Cada provincia alberga unos preciosos paisajes que enamoran a las miles de personas que cada año acuden a contemplar su belleza.

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Las maravillas de Castilla y León son cada vez más conocidas en el mundo. Miles de personas pasan cada año por la Comunidad y logran enamorarse de increíbles rincones, paisajes naturales y bellezas inigualables. 

Cada provincia tiene sus lugares de ensueño. Esos de los que todos hablan y que se han convertido en un gran atractivo para los turistas, e incluso para los vecinos de otras zonas de la Comunidad. 

Tal es así que hasta National Geographic se ha enamorado de la belleza de siete maravillas naturales donde, afirman, la naturaleza estuvo inspirada para "crear obras únicas". 

Ríos de curso serpenteante, cañones que son auténticas murallas rocosas, valles de formas abruptas, lagunas escondidas entre grandes montañas, cascadas y crestas pétreas que emergen. Estas son algunas de las zonas que más han llegado a sorprender.

Si hablasemos de maravillas naturales, el listado sería extenso y casi infinito. Por eso, National Geographic ha hecho una selección con las siete que considera mejores y que se ecnuentran en el 'top'.

Montaña de Riaño

Al noroeste de laa provincia leonesa, con las cumbres de la Cordillera Cantábrica cubiertas de nieve y nubes, se ubica el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.

Un lugar donde entre profundos valles fluviales crecen bosques de ribera y hayedos poblados de robles, abedules, acebos y tejos. A los pies de los picos hay unos 70 pueblos que albergan tesoros como iglesias, ermitas y viviendas con siglos de historia.

Así se puede descubrir en algunas zonas como Burón, Prioro o Boca de Huérgano, tal y como destacan desde National Geographic. Dentro de esta comarca, está el Valle de Valdeón, perteneciente al Parque Nacional de los Picos de Europa.

Los miradores de Pandetrave, De la Cruz, Santa María o Valdeón son una parada obligatoria para contemplar la belleza que estas vistas ofrecen.

Las Médulas

Los romanos descubrieron oro en la comarca del Bierzo y convirtieron al entorno que hoy conocemos como Las Médulas, definida como la mayor mina aurífera a cielo abierto de todo el imperio. 

Es, sin duda, una de las paradas obligatorias en el recorrido por Castilla y León. Su belleza no deja indiferente a nadie y es perfecta para pasar un día descubriendo sus entresijos e historia. 

La naturaleza fue la encargada de moldear los valles y dar forma a las crestas rojas que emergen entre los bosques de robles y castaños. El pasado minero se puede conocer en el centro de interpretación del pueblo de Las Médulas.

Pozo de los Humos

Al oeste de Zamora y Salamanca se encuentran los cañones más profundos y extensos de la Península Ibérica. Arribes del Duero es un lugar especial, con un microclima único que permite el cultivo de especies frutales, almendros, vides y olivos.

En sus cielos vuelan un gran número de especies, desde buitres y águilas a cigüeñas, halcones y búhos, mientras que sus bosques son refugio de jabalíes, nutrias, zorrros, reptiles y anfibios.

Los empinados valles desperdigan unos 60 pueblos, donde destacan Fermoselle y San Felices de los Gallegos. Entre sus atractivos más impactantes está el Pozo de los Humos, una cascada de 50 metros que por el vapor que causa la caída genera una neblina que le da un aire mágico.

Cañón del Río Lobos

Las aguas del río Lobos, entre Soria y Burgos, se han abierto paso entre las formaciones kársticas para crear un cañón repleto de cuevas, bóvedas, farallones y gargantas sazonado de bosques de sabina y pino laricio.

El Cañón del Río Lobos es una de las primeras zonas protegidas de Castilla y León. Un lugar lleno de belleza y tranquilidad. Perfecto para una escapada en pareja, con amigos o familia. 

La curiosidad es que el río aparece y desaparece y está el puente de los Siete Ojos que si se atraviesa llegas a un puente romano y descubres todos los secretos de este hermoso lugar.

Hoces del Duratón

En la villa de Sepúlveda, al noroeste de Segovia, el río Duratón desciende en un recorrido hasta que llena al embalse de Burgomillodo, en un recorrido de 27 kilómetros.

En los farallones, esculpidos por siglos de erosión, anida el buitre leonado. Aunque uno de sus grandes atractivos es la ermita de San Frutos, levantada sobre un espolón rocoso que se asoma al abismo.

Lago de Sanabria

El Lago de Sanabria es el más grande de la Península y el único de origen glaciar de toda España. Con casi 320 hectáreas de superficie, y una profundidad que puede superar los 50 metros, el lago está rodeado de bosques formados por robles, rebollos y abedules.

Estos parajes resguardan a casi 200 especies de vertebrados, entre truchas de buen tamaño, aves rapaces como el águila real, reptiles, anfibios y mamíferos.

Puebla de Sanabria es un lugar que irradia belleza. Su castillo es el más importante de los 30 núcleos de la región.

Circo Glaciar de Gredos

Otra de las grandes obras de la Comunidad es la Laguna Grande de Gredos, con unas aguas cristalinas que inspiraron al escritor Dionisio Ridruejo, que lo describió como "una lágrima en el centro de una rosa de piedra".

En la Sierra de Gredos destaca la mole del pico Almanzor, que bate los récords de altura del Sistema Centra. Para llegar hay que caminar desde Hoyos del Espino, donde se pueden observar las cascadas producidas por el río de las Pozas.