El presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, participa en un acto de campaña en el Museo Patio Herreriano de Valladolid junto al presidente provincial del partido, Conrado Íscar, y junto al candidato del PPCyL en las pasadas elecciones, Raúl de la Hoz

El presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, participa en un acto de campaña en el Museo Patio Herreriano de Valladolid junto al presidente provincial del partido, Conrado Íscar, y junto al candidato del PPCyL en las pasadas elecciones, Raúl de la Hoz Eduardo Margareto ICAL

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PP y PSOE ponen a punto la maquinaria para afrontar en las mejores condiciones un adelanto electoral

Fernández Mañueco activa esta semana el modo elecciones pensando en un débil PSCyL y en tranquilizar a Feijóo con un buen resultado en Castilla y León.

Más información: Mañueco prepara el PPCyL para las elecciones y refuerza su control con dos coordinadores: Raúl de la Hoz e Isabel Blanco

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La política son gestos.  Y Fernández Mañueco y Carlos Martínez han comenzado ya con ellos. El popular, esta semana, ha ordenado a toda la estructura del partido ponerse la camiseta para sudarla de cara a unas próximas elecciones. De momento, ya hay dos capitanes, Raúl de la Hoz e Isabel Blanco.

Igual ocurre con un PSCyL que pretender coger la rueda buena con la llegada del alcalde soriano Carlos Martínez tras el paso a un lado de Luis Tudanca. La carrera ha comenzado aunque falta por descifrar el día que se celebra. Aunque en este caso, todo depende del presidente de la Junta.

El calendario oficial dice que son para febrero de 2026, pero nunca llegarán a esa fecha. Desde hace mucho tiempo que Mañueco y el PP han abierto la puerta a unos comicios adelantos, todo el mundo lo sabe, pero hay miedo a fallar en los tiempos, por eso se incluyen y estudian al detalle varias variables.

Pese a todo, Mañueco sigue diciendo que su intención es acabar la legislatura, aunque terminarla a mitad de este curso también lo considera hacerlo. “Os quiero a todos en plena forma, cuento con vosotros para seguir gestionando el presente y diseñando el futuro”, adelanta.

Durante varios meses ha jugado con la baza de unas posible  elecciones generales, ahora con Pedro Sánchez aferrado al sillón y pactando con sus socios, parecen más lejanas.

Desde el pasado verano, la posición del salmantino es muy cómoda. Se ha quitado de encima el peso y la presión que suponía gobernar con Vox. No ha sacado los presupuestos, pero no es algo que le importe como se ha podido comprobar en las últimas sesiones en las Cortes y en su bagaje político, será la quinta vez que se prolonguen las cuentas en sus seis años.

Los sondeos, tanto externos como internos, apuntan bien, aunque es cierto que en ninguno llega a la mayoría absoluta, a esos soñados 41 procuradores. Pero una victoria superando los números de febrero de 2022 (obtuvo 31) ya habrá merecido la pena. Tendría un escenario más tranquilo y podría buscar apoyo en algún otro socio menos exigente que la formación de Abascal, porque los números que se manejan son optimistas.

Y es que a Mañueco tampoco le preocupa lo que tiene enfrente. Con Tudanca ya fuera de la batalla llega un Carlos Martínez que no parece ser rival. El PSCyL se encuentra en un proceso de recomposición interna que hace indicar que no le dará tiempo a llegar con fuerza a las urnas.

El soriano tiene todavía muchos deberes por hacer para pensar en la cita electoral, por lo que el tiempo jugaría a su favor, aunque en la entrevista concedida a este medio pronosticaba una victoria sobre Mañueco. Hasta el XV Congreso Autonómico previsto el 22 y 23 de febrero en Magaz de Pisuerga (Palencia) no se podrán tomar decisiones, de momento imagen de calma y de unidad.

Quizás por esto también a Mañueco le entren las prisas por apretar el botón. La formación socialista ya ha anunciado una gira por todo el territorio para dar a conocer a su candidato, el PP quiere pillar sin margen de maniobra al rival.

Los populares afrontan tranquilos y con una estructura asentada un año político que se prevé intenso en contraposición al liderazgo aún endeble de Carlos Martínez en las filas de la rosa, que tendrá que lidiar con la temporal bicefalia con Luis Tudanca, que seguirá ostentando la Portavocía del Grupo Socialista en las Cortes temporalmente. Y Mañueco sabe que también se puede pescar en este río.

Los gestos de Mañueco

Como decimos la política son gestos, y este pasado lunes, el presidente de la Junta ha tenido los primeros de cara a unas próximas elecciones. Alfonso Fernández Mañueco, refuerza el organigrama del partido con el nombramiento de Raúl de la Hoz e Isabel Blanco como nuevos coordinadores.

Lo hace para reforzar la comunicación interna y externa y así trasladar el trabajo que se está realizando a la ciudadanía. Es decir, que huele a elecciones.

La supervicepresidenta

Isabel Blanco se ha convertido, sin duda, en la figura más importante de este PP de Castilla y León tras Mañueco. La zamorana ya tomó galones tras la ruptura con Vox y es la vicepresidenta de la Junta. Ahora además será la coordinadora de las vicesecretarias de Acción Política, Sectorial, Económica, Asuntos Sociales, Desarrollo Rural, Despoblación, Medio Ambiente, Transición Energética Justa y Comunicación. 

Los buenos resultados obtenidos en las pasadas elecciones europeas donde fue designada por el Comité Autonómico del Partido Popular como coordinadora del Comité de Campaña le han servido para consolidarse.

Blanco es la mujer fuerte en temas tan importantes como la inmigración o la violencia de género. En ambos se está mostrando con fuerza y abriendo los brazos a la acogida.

Otro gesto desde la Junta es el acelerón en las últimas semanas para impulsar temas de los que dan votos. Medidas sobre la vivienda, para los jóvenes o la de esta misma mañana, el Pacto por las Familias de Castilla y León con 45 entidades del Tercer Sector.

De la Hoz, el negociador

Tampoco la elección de De la Hoz, actual parlamentario europeo, es casualidad. Hasta el pasado verano ha sido el portavoz parlamentario del PP y todas las negociaciones han pasado por él. Según ha podido saber este medio, las negociaciones entre la formación popular y Vox son inexistentes desde la ruptura del Gobierno. Ni siquiera se han sentado en la mesa para negociar los fallidos presupuestos.

Por eso, la figura de De la Hoz cobra fuerza para unas posibles negociaciones si no se consigue la ansiada (y poco probable) mayoría absoluta. El político vallisoletano fue el encargado de negociarlo todo durante la etapa romántica entre ambas formaciones.

Hasta el punto de que Juan García-Gallardo, cuando todavía era vicepresidente, no tuvo reparos en felicitarle por su euroescaño y por el "buen entendimiento" entre PP y Vox en la Comunidad. El procurador 'popular' fue "una de las personas que más ha hecho por el buen entendimiento entre PP y Vox, y Mañueco se quiere guardar ese comodín.

Mañueco siempre ha hablado de un adelanto técnico de las elecciones. En el arranque del curso político en septiembre ya dejó alguna pista. Marzo de 2026 no son buenas fechas porque tocaría hacer la campaña en invierno. Noviembre de 2025 tampoco. Los precedentes dicen que quien convoca no triunfa. Por eso, un posible adelanto para octubre es lo que más circula entre los corrillos, otros apuestan para el final de la primavera.

La prueba de Feijóo

Sin embargo, en esta ecuación también aparece la variable nacional. La sombra de unas posibles elecciones generales siempre está presente. Alberto Núñez Feijóo puede tener una buena tabla de pruebas tanto en Castilla y León como en Andalucía para fortalecer su liderazgo.  

Es cierto que las encuestas le dan al gallego, de nuevo, como ganador de unas futuras elecciones, pero con el paso del tiempo, (y la crisis de la dana en la Comunidad Valenciana) se han levantado ciertas dudas. Con los mayores casos de corrupción en el Gobierno de Sánchez, no es capaz de rozar el cielo y, además, Vox, sigue subiendo, algo que preocupa con el paso del tiempo.

Por eso, un buen resultado en estas dos comunidades, lideradas por Mañueco y Bonilla, serviría para confirmar su fortaleza ante el sonido de tambores que puedan llegar desde otras partes. Es por esto por lo que se ha pedido que los populares empiecen a engrasar la maquinaria para abrir el camino a las expectativas de Feijóo.  Unos buenos resultados le garantizarían cierta paz y unidad en Génova.

Castilla y León sigue siendo un territorio clave para el PP porque aporta un buen número de diputados al Congreso y es uno de los principales fortines azules, por lo que la carrera parece que puede comenzar.  En la clausura de la reunión Intermunicipal que el PP organizó en Valladolid, el líder nacional ya se lo dejó claro: “Está mejor que nunca, volverá a ser presidente".

Mejor comunicación

Otro gesto que también invita a pensar en que la maquinaria electoral se está engrasando es que fuentes internas del partido confirman que se quiere hacer un esfuerzo en la Comunicación. El PP quiere saber vender lo que hace, algo que en estas lides es superado por el PSOE. Así, Mañueco ha perdido a los cargos políticos, locales, autonómicos y nacionales, que trasladen a los ciudadanos el trabajo y los logros de su Gobierno.