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Varios fármacos ya aprobados tienen potencial para frenar los daños de la COVID-19

20 agosto, 2021 12:31

Un estudio de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) ha identificado varios fármacos que ya se utilizan para otros fines, incluido un suplemento dietético, que han demostrado bloquear o reducir la infección del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, en las células.

El estudio, publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Science', utiliza el análisis de imágenes basado en inteligencia artificial de líneas celulares humanas durante la infección con el nuevo coronavirus. Las células se trataron con más de 1.400 fármacos y compuestos individuales aprobados en Estados Unidos, antes o después de la infección viral, y se analizaron, dando como resultado 17 posibles resultados.

Diez de esos resultados fueron reconocidos recientemente, y siete fueron identificados en estudios previos de reutilización de fármacos, incluido el remdesivir, que es una de las pocas terapias aprobadas por frente a la COVID-19 en pacientes hospitalizados.

"Tradicionalmente, el proceso de desarrollo de fármacos dura una década, y nosotros no tenemos una década. Las terapias que descubrimos están bien posicionadas para los ensayos clínicos de fase 2 porque su seguridad ya ha sido establecida", afirma el doctor Jonathan Sexton, uno de los autores principales del artículo.

El equipo validó los 17 compuestos candidatos en varios tipos de células, incluidas células pulmonares humanas derivadas de células madre, en un esfuerzo por imitar la infección del tracto respiratorio por el SARS-CoV2. Nueve mostraron actividad antiviral a dosis razonables, entre ellas la lactoferrina, una proteína que se encuentra en la leche materna humana y que también se puede adquirir sin receta médica como suplemento dietético derivado de la leche de vaca.

"Descubrimos que la lactoferrina tenía una eficacia notable para prevenir la infección, y que funcionaba mejor que cualquier otra cosa que observáramos", afirma Sexton. Los primeros datos sugieren que esta eficacia se extiende incluso a las nuevas variantes del SARS-CoV2, incluida la variante Delta, altamente transmisible.

El equipo va a poner en marcha en breve ensayos clínicos del compuesto para examinar su capacidad de reducir la carga viral y la inflamación en pacientes con infección por el SARS-CoV2.

Sorprendentemente, esta investigación también ha identificado una clase de compuestos denominados inhibidores de la MEK, típicamente prescritos para tratar el cáncer, que parecen empeorar la infección por el SARS-CoV2. El hallazgo arroja luz sobre cómo se propaga el virus entre las células.

"Las personas que se someten a quimioterapia ya están en riesgo debido a la disminución de la respuesta inmunitaria. Tenemos que investigar si algunos de estos fármacos empeoran la progresión de la enfermedad", resalta Sexton.

El siguiente paso es utilizar los historiales médicos electrónicos para ver si los pacientes que toman estos fármacos tienen peores resultados de COVID-19.