No es San Pedro si el olor del ajo no inunda la ciudad. La Feria del Ajo de Zamora vuelve a casa durante sus fiestas grandes, con el empeño de Caja Rural, Ayuntamiento de Zamora y los propios ajeros de mantener esta inconfundible tradición zamorana.

Y es que, aunque este año hay 326 puestos, 40 menos que en la edición anterior, y unos 800.000 kilos de ajos, desde Caja Rural explican que la mayor parte del producto se ha vendido de forma directa y a los comercios, pero que los propios ajeros, con afán de mantener esta ya histórica feria "guardan una partida de su género" para ofrecer a los zamoranos y visitantes estos días de fiesta. Un gesto, que desde la entidad bancaria "agradecen especialmente". Es de entender por tanto que el concejal de Cultura y Comercio, Cristoph Strieder "anime" a los zamoranos a "venir ya" a la avenida Tres Cruces "si no quieren quedarse sin género".

El concejal ha querido recalcar la excepcionalidad de esta fiesta del ajo afirmando que "durante mis visitas a ferias de turismo en el extranjero he podido comprobar que llama especialmente su atención. Es una feria única, que sirve como mirada a las raíces de Zamora, un contacto perfecto con el mundo rural". Strieder también ha destacado la muestra como "un lugar de encuentro entre amigos", a parte del mejor momento para la provisión de ajos para los próximos meses. Eso si, como novedad este año, los compradores tendrán que llevar sus propias bolsas ya que la organización no dará bolsas de plástico, aunque los vendedores pueden poner las suyas propias.

Y como este condimento es imprescindible en nuestra cocina mediterránea, y no hay guiso que se precie donde no aparezca su delicioso sabor, desde hoy y hasta el domingo la cita ajera está en la avenida Tres Cruces.