El saldo vegetativo de Castilla y León vuelve a situarse en valores negativos en el primer semestre de 2016 con 6.093 más muertes que nacimientos en el primer semestre de 2016, con lo que se sitúa como la segunda comunidad con peores datos tras Galicia, con un saldo vegetativo negativo de 6.951.

En concreto, en Castilla y León se han contabilizado 14.264 fallecimientos entre enero y junio de 2016, lo que supone un descenso del 9,4% con respecto al mismo periodo del año anterior cuando las defunciones alcanzaron la cifra de 15.752.

Frente a estos datos se sitúa la de los nacimientos con una caída de 5,3% con respecto al mismo periodo del año anterior, 8.171 frente a 8.628.

Por provincias, León es la que ha registrado un saldo vegetativo negativo más elevado con 1.619 más muertes que nacimientos (3.037 frente a 1.418), seguida de Zamora con 957 muertes más que nacimientos (1.434 fallecimientos y 477 natalicios) y, en tercer lugar, se sitúa Salamanca con 909 fallecimientos más (1.961 frente a 1.052).

Tras ellas se sitúan Burgos con 621 más muertes que nacimientos (1.926 frente a 1.305); Palencia con 543 más fallecimientos (1.078 frente a 535); Ávila con 448 más fallecimientos (996 frente a 548); Valladolid con 400 muertes más (2.402 frente a 2.002); Soria con 328 fallecimiento más (626 frente a 298) y, por último Segovia con 268 muertes más (804 frente a 536).

En total en Castilla y León han nacido más hombres (4.237) que mujeres (3.934). Igualmente también fallecieron en el primer semestre más hombres (7.282) que mujeres (6.987).

España

En el conjunto nacional, la población española volvió a crecer en negativo durante el primer semestre del año, cuando murieron más personas de las que nacieron dejando números rojos como ya ocurrió en el mismo periodo de 2015. En total, la diferencia entre nacidos y fallecidos (saldo vegetativo) es de -12.998 personas.

Indica que entre enero y junio de este año nacieron en España 195.555 niños y niñas, un 4,6% menos que un año antes y la cifra más baja en un primer semestre desde al menos, 2011. Se consolida además la tendencia a la baja desatada en 2008.

Mientras, en el mismo periodo fallecieron en España 208.553 personas, un 7,8% menos que en el mismo periodo de 2015 sobre todo por las cifras de enero y febrero que el año pasado y a diferencia de 2016 registraron una alta mortalidad.

Así las cosas, murieron 12.998 personas más de las que nacieron, por lo que el resultado es un saldo negativo de la población. El INE recuerda que los primeros semestres de cada año se caracterizan por tener mayor mortalidad y menor natalidad que los segundos y que los números rojos en el primer trimestre no implican necesariamente que el año cierre con el mismo balance.