Región

Miguel Sebastián y García Margallo analizan la actualidad política y económica

19 septiembre, 2017 17:25

El economista y ex ministro de Industria, Miguel Sebastián, junto con el ex ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, han participado hoy en León en una nueva edición del foro empresarial 'Diálogos para el Desarrollo', patrocinado por EspañaDuero, Caser Seguros y Vodafone.

El primero en hacer uso de la palabra ha sido el que fuera ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, quien ha centrado su discurso en la política europea surgida a raíz del Brexit.

José Manue García Margallo ha apuntado hacia un problema político en el que se abre una nueva línea divisoria entre aquellos que son partidarios del proceso de integración y apertura de fronteras y quienes son contrarios , alque que es herencia de "la falta de eficiencia en la resolución de los grandes problemas", que se ha saldado con "un aumento de las desigualdades internas y el riesgo de pobreza".

Esta "poca eficiencia" ha conllevado un "déficit democrático" y falta de confianza en Bruselas para la resolución de problemas, motivo por el que García Margallo ha apostado por dar un "salto hacia delante", que debe comenzar por fijar las fronteras, reconocer que hay dos Europas, la de única moneda y la otra, y pensar en llevar a cabo una "federalización de la Unión Europea", que dé más poderes a las instituciones europeas, cree un fondo monetario europeo y cambie los tratados.

El ex ministro de Industria, Miguel Sebastián, se ha centrado en un margen más cercano y ha comenzado hablando de la situación que atraviesa España, en un momento en el que la preocupación se debe fijar en "la subida en los tipos de interés en Estados Unidos" y el fin de los llamados vientos de cola que han ayudado a la economía española y que se están agotando, entre los que ha señalado el petróleo, el euro y los tipos de interés del Banco Central Europeo.

Para Miguel Sebastián, España debe abordar "cuanto antes" el problema que atraviesa de deuda pública y privada, uno de los retos "más grandes desde hace años", y que se ha de abordar para "tener un crecimiento potencial notable en los próximos años".

Optimista se ha mostrado el ex ministro a la hora de hablar de Castilla y León, que ha asegurado que tiene un lugar en la política industrial nacional, especialmente en políticas como "el carbón, las políticas renovables y la ciudad de la energía", que ha lamentado que el Partido Popular las haya "abandonado".

Miguel Sebastián ha considerado que el abandono del Partido Popular en materia energética ha conllevado al cierre de Compostilla, lo que sopone un efecto "nefasto" para la provincia de León.

CRISIS CATALANA

Ambos ministros han puesto la vista en el conflicto catalán y, especialmente, en el próximo día uno de octubre.

El ex ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, ha asegurado que, ante "el problema más grave que ha abordado España en muchísimos años" que supone un "golpe de estado en toda regla, que dinamita a España", el Gobierno debe impedir que se lleguen a producir las votaciones.

Sin embargo, García Margallo ha puesto el acento en el día dos o tres de octubre, cuando se tendrá que realizar "una oferta a la sociedad catalana no independentista", ya que "no tiene sentido referirse a los independentistas que no se van a conformar con nada que no sea la independencia", en la que se trate una "reforma constitucional".

Por su parte, el ex ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha coincidido con Gracía Margallo en que el error está en "poner el foco en ese día, porque lo importante es lo que pase después", momento en el que habrá que ofrecer una alternativa que pasa por "una reforma constitucional que produzca un encaje de Cataluña con el resto de España", pero sin actuar "con el 155 ni con medidas de coacción porque eso daría alas al independentismo".

"El treinta por ciento de los catalanes están a favor irremediablemente de la independencia, otro 30 por ciento tiene claro que quiere permanecer en España y el 40 por ciento restante aún está dudoso, por lo que hay que intentar atraer a esa gente hacia el proyecto unionista", ha asegurado.