Míriam Nogueras y Josep María Cruset, de Junts.
¿Hay algo más de derechas que el nacionalismo catalán?
Me parecería bien que Castilla y León tuviese más beneficios que el resto de comunidades porque, al fin y al cabo, si buscamos motivos, encontramos para todos. A ver si al final vamos a querer ser Estados Unidos y no nos habíamos dado cuenta.
Se fragmenta (también) la derecha en Cataluña. Como todos los políticos, Miriam Nogueras ya ha empezado la campaña electoral contra el adversario que recientemente más teme: Alianza Catalana que, para quien no lo sepa, es el Vox catalán independentista. O al menos lo parece cuando lees su programa político. Sólo tienes que cambiar “Cataluña” por “España” y lo tienes.
Que a Junts únicamente le importa Cataluña y los catalanes está claro. Lo han repetido constantemente en catalán y, ahora, también en castellano. Seguramente al comprobar que la intención de voto a su partido ha disminuido por blandos, tránsfugas de la justicia o poco restrictivos con la inmigración.
Y es que el independentismo catalán es fácilmente vendible siempre y cuando Cataluña no se independice de España.
A mí también me gustaría que Castilla y León tuviese más beneficios que el resto de comunidades porque, al fin y al cabo, si buscamos motivos, encontramos para todos. A ver si al final vamos a querer ser Estados Unidos y no nos habíamos dado cuenta.
La cuestión es que los que eran tan amigos parece que van en serio y dan la espalda a Pedro Sánchez quien, al final de la legislatura, sólo va a poder contar con su mujer, su hermano y algún imputado que todavía anda suelto en el Congreso.
El PP por su parte no ve clara la moción de censura porque está disfrutando la matanza y la liturgia de ver cómo se desangra poco a poco, pero a su vez, no está lo suficientemente confiado del precio que tendría que pagar para gobernar si hubiese elecciones hoy en día.
Se escucha por los pasillos que los de Junts no son tan malos, que distan mucho de Puigdemont y que cuando hablan en castellano con Ana Rosa caen en gracia. Vaya, tiene pinta de que están preparando el terreno para volver a gobernar a cualquier precio.
Una actitud endeble argumentativamente y con pinceladas de cobardía.
Entre tanto órdago sin cartas anda la política nacional y, mientras tanto, van ahogando con impuestos (cada vez mayores) a una clase media que está harta de que estos señores con independencia (ahora sí) del partido político que sea, se midan para ver quién es el más malo en vez de dar soluciones a los problemas de quien los ha votado.