En uno de los audios de Koldo, que salió hace unos días, Lomana hace una de las suyas: ser coherente. La podrán tildar de lo que sea menos de ser contradictoria. Con la educación y el respeto por delante, cada uno puede pensar lo que quiera, pero se debe actuar en consecuencia.
Uno de los males populares en España es tapar a cualquier coste a la familia. Parece que por compartir sangre, tienes la obligación de hacerlo y, si sacas los trapos sucios (que no siempre son fáciles de lavar en casa), eres un traidor. Aunque ahora se lleve mejor con su hermano, no creo que se retracte de lo que dijo en ese audio porque quien nace lechón, muere cochino.
Las cosas son como son, no como uno quiere que sean. A la familia no la elegimos, pero por encima de todo, no es su responsabilidad cómo actúen sus parientes. Es una carga demasiado pesada asumir la mala fama de cada uno.
¿Se le echarán encima por decir que en Vox se ha metido el más tonto de cada casa? No creo, porque en parte tiene razón. En Vox los hay convencidos y formados y muchos de relleno; igual que en Podemos, pero como con menos imputados. Lo normal para ser un partido relativamente nuevo y extremista.
Lomana es todo lo que debería querer ser una mujer de su estereotipo. Claramente capitalista, sin prejuicios, elegante, culta y con saber estar. Se sabe reír de sí misma y de los demás con bastante arte. Te las suelta a la cara, sonríe, se coloca el pelo detrás de la oreja y se va. Ya encajas tú el comentario cuando lo hayas digerido.
Ocasionalmente da titulares que uno ya no sabe si es por afianzar el personaje o por convicción. Es posible que sea una impecable mezcla de ambas. Como cuando dijo que era muy poco probable que se enamorase de un mileurista no por el dinero, sino por la poca ambición que demuestra.
Estoy de acuerdo con ella en declaraciones como que descalzarse en un transporte público es una ordinariez y de muy mala educación. También con que deberíamos pagar por ver monumentos que se deterioran con el tiempo. Siempre se valoran más las cosas que cuestan dinero.
No es la típica pudiente que no quiere dar un palo al agua y vivir del cuento, siempre ha sido una mujer independiente de las de verdad. Tampoco ha buscado un hombre para que la saque a pasear, se basta y se sobra consigo misma. Es suficiencia absoluta, ¿puede haber algo más feminista?