Hace mucho tiempo -7 años- vaticiné en este artículo que ETA debía desaparecer y no disolverse.

“Disolvamos ETA” con esta simplicidad y aplicando el mismo procedimiento, disolver ETA sería contaminar la sociedad, escribía.

Las palabras de Pello Otxandiano, que ha negado calificar de “terrorista" a ETA, “fue un grupo armado" dijo, y con ello ha demostrado, sin ninguna duda, que ETA no ha desaparecido y se ha disuelto en una parte de la sociedad vasca.

El PSOE se lleva las manos a la cabeza -solo en periodo electoral- y no entiende que estas declaraciones del candidato de Bildu no están alejadas de lo que escribí entonces:

“Y es que, para muchos, el daño realizado por ETA en la sociedad, es relativo”

Acaso no es relativizar el terrorismo con el tratamiento dado a este tipo de actos por una parte del PSOE durante la tramitación de la ilegal, inconstitucional y corrupta ley de amnistía. Page, el líder Manchego, lo expuso claramente:

“No hay terrorismo malo o terrorismo bueno”

Pero al mismo tiempo deberíamos recordar a Page que el voto que sus diputados nacionales los de la comunidad de Castilla La Mancha dieron a la amnistía sí relativizan el terrorismo y arrastran por el fango sus palabras -las de Page- con la fuerza de los hechos que supone dar el visto bueno, el voto a la ignominiosa Ley.

Sí Page, sus palabras -con ser adecuadas- también son relativas, es decir, que no son absolutas.

Mis palabras sí son absolutas: Eta no ha desaparecido, se ha disuelto en una parte de la sociedad vasca representadas en el Parlamento por Bildu que apoyan el gobierno de Pedro Sánchez.