La pasada semana, tras celebrar el último Consejo  de Ministros del año, el ‘Presimiente’ Sánchez compareció ante los medios de comunicación para exponer cuál habían sido, en su opinión, los logros del Gobierno Sanchezstein a lo largo del último año. Conociendo al personaje no teníamos la menor duda del tono triunfalista que iba a dar a su comparecencia: todo lo habían hecho bien, mientras que la oposición, la derecha y la ultraderecha no habían colaborado lo más mínimo, permitiéndose afirmar que frente a su conducta de mano tendida la respuesta había sido siempre no, olvidando quien fue el creador del "no es no, qué parte no ha entendido?".

En fin, sus declaraciones no nos sorprendieron lo más mínimo y para evitar suspicacias seguiré el resumen de las mismas siguiendo el guion que de las mismas publica un medio tan poco sospechoso como el País:

1. Diálogo y Ley de amnistía, algo sobre lo que sobrevoló con una mínima referencia al referéndum de autodeterminación, "algo que no cabe en nuestra Constitución" que por cierto, era lo mismo que decía sobre la amnistía 24 horas antes de las elecciones.

2. El papel de la oposición fue permanentemente contrario al diálogo con el Gobierno, censurando las manifestaciones callejeras. Para él sólo las manifestaciones contra la derecha están justificadas.

3. Censuró el bloqueo del PP a la renovación del CGPJ, única Institución que todavía no controla el sanchismo.

4. Logro del crecimiento económico y la justicia social.

5. Anunció la prórroga parcial del escudo social.

6. Desaparición gradual de la rebaja del IVA de la luz y el gas.

7. Revalorización de las pensiones de acuerdo con el IPC.

8. Aprobación de la primera ley de la vivienda de la democracia.

9. Éxitos de la presidencia europea de turno.

10. Referencia a la guerra entre Israel y la franja de Gaza.

Al término de su comparecencia aceptó unas cuantas preguntas de los periodistas a los que evidentemente, siempre que le criticaban rechazaba los argumentos y siempre se reafirmaba en los éxitos irrefutables de su gobierno.

Como era de esperar, 24 horas más tarde compareció ante los medios el líder de la oposición,  Núñez Feijóo para desmontar los supuestos éxitos del gobierno sanchista:

 Comenzó el líder popular recordando que el Partido  Popular es la primera fuerza política de España desde las últimas elecciones municipales, autonómicas y generales, y gobierna sobre más de 30 millones de españoles, teniendo mayoría absoluta en el Senado y el grupo parlamentario más numeroso en el Congreso, rechazando muros y trincheras y exigiendo al Gobierno que diga la verdad de la situación a los españoles, constituyendo la  única alternativa posible, frente al gobierno más débil de la democracia y carente de la más mínima credibilidad.

 Economía

  Respecto de la situación económica recordó que las familias españolas tienen el mismo poder adquisitivo que tenían hace 15 años con la diferencia de que ahora se pagan muchos más impuestos : 58.000 millones de euros procedente del IRPF,  algo inédito hasta la llegada del sanchismo al ministerio de hacienda y aunque intenten disfrazarlo, tenemos una inflación mayor que la media europea y los alimentos han subido un 33,8 % el último año.

 La deuda pública crece 200 millones de euros diarios en los últimos cinco años o lo que es lo mismo 8 millones de euros cada hora. El déficit está absolutamente descontrolado, lejos de los límites que señala la Unión Europea, y uno de cada cuatro españoles vive en el umbral de la pobreza. Somos el primer país en tasa de pobreza infantil según Unicef y 3,2 millones de hogares sufren pobreza energética. Padecemos la peor tasa de abandono escolar de los 34 países de la OCDE y lideramos una vez más el desempleo en Europa. En definitiva, nuestra economía es una de las peores de la unión europea con más impuestos, más deuda, más déficit, más pobreza, más listas de espera en la atención sanitaria y más abandono escolar y si alguno de quienes me leen tienen duda,  que cada familia eche las cuentas.

 Por todo ello el líder de la oposición presentó una batería de medidas que trasladó al gobierno anticipando que está dispuesto a amparar aquellas medidas económicas que mejoren realmente la situación económica de las familias. Apuesta por una reducción clara del gasto público, por una apuesta a favor de las energías renovables y el mantenimiento de la energía nuclear; alguna de estas medidas fue presentada en junio del pasado año y parcialmente incorporadas por el gobierno. Sin embargo en muchas otras medidas el Gobierno

ha estado claramente en contra de las propuestas populares: los que más cobran pagaron menos por el transporte, como si fueran clase desfavorecida y el gobierno sube la luz a todo el mundo independientemente de sus ingresos y vuelven a subir el IVA de la electricidad y del gas. No hay deflación  en el IRPF.

  El Partido Popular se ofrece a negociar todos estos temas con el gobierno demostrando que en aquellas comunidades en las que gobierna se han producido los impuestos y no se han disminuido los ingresos, algo que no han hecho ninguno de los partidos coaligados con el Sanchismo, Mientras que el gobierno sigue siendo el más numeroso y el más caro de la historia,  con 22 ministros y 1200 asesores.

 El Presimiente Sanchez no tiene otra obsesión que mantenerse en la Moncloa y para ello está dispuesto a saltar todas las líneas rojas y todos los controles, empezando por invadir todas las instituciones que pudieran suponerle un freno a sus ansias de poder, aunque para ello haya que colocar amigos afines al partido, aunque carezcan de la más mínima experiencia de gestión; véase por ejemplo lo ocurrido con la primera empresa pública del país como Correos.

 La justicia es hoy el último dique de contención a las ambiciones socialistas y de ahí su obsesión por renovar el CGPJ a su antojo. El Partido Popular ofrece negociar el tema al tiempo que se cambia la ley para que, como parece razonable, sean los jueces los que elijan a los jueces y para ello el Partido Popular solicita la supervisión en esta negociación de la propia Comisión Europea. El sanchismo pretende claramente terminar con la división de poderes y que los políticos puedan revisar y en su caso revocar la sentencias de los tribunales, como ocurrió con los indultos a los golpistas y como pretenden ahora con la ley de amnistía.

Pretenden despenalizar los insultos a la Corona o a las religiones e incluso el enaltecimiento del terrorismo, y por el contrario se ofenden cuando un concejal tropieza con una botella medio vacía de otro concejal que acababa de criticar su intervención, provocando esta reacción, en modo alguno justificada pero no fue un botellazo para más tarde montar un escándalo nacional porque unos jóvenes golpean una piñata que quieren suponer era la del propio presidente en la noche del pasado 31 de diciembre frente a la sede socialista, mientras guardaron un vergonzante silencio cuando algo parecido se hizo con la figura del Rey, del Presidente Rajoy o los escraches a Cristina Cifuentes,  Isabel Díaz Ayuso, Rita Barberà y tantas otras. Entonces era jarabe democrático.

 Seguidamente, Núñez Feijóo  habló de una crisis ética señalando que el Presimiente  Sánchez había cruzado todas las líneas rojas,  siendo la moción de censura en la alcaldía de Pamplona la última que podía cruzar: "no, nunca negociaré con Bildu, si quiere se lo digo cinco o veinte veces",  os acordáis? Mientras tanto Oscar Puente dice que el progresismo alcanzado una alcaldía más para un partido democrático y progresista y se lo ha arrebatado a una derecha reaccionaria.  La respuesta popular es inmediata: el Psoe ha sido llevado fuera del constitucionalismo por el secretario general, ha perdido la dignidad y acaba brindando con EHBildu  en estas fechas navideñas.  Perdón, del solsticio de invierno, no sea que se enfaden los moros.

 Terminó Núñez Feijóo recordando los logros del gobierno sanchista mes tras mes:

 ENERO. Sánchez presumir de haber eliminado el delito de rebelión y el de malversación por corrupción política.

FEBRERO. Sánchez se niega en el Congreso investigar el caso Tito Berni.

 MARZO. Sánchez acuerdo con Bildu retirar la Guardia Civil de tráfico de Navarra.

ABRIL. Sánchez acepta reformar la ley del Sí es Si,  gracias al PP.

 MAYO. Descubrimos que Bildu llevaba en sus listas a las elecciones municipales unas decenas de asesinos.

  JUNIO. Sánchez presume de que UPN gobierna en Pamplona gracias al respaldo socialista.

 JULIO. Sánchez niega cualquier posibilidad de amnistiar a los condenados por el golpe de estado.

AGOSTO. Sánchez rechazan los pactos de Estado que le ofrece el PP.

 SEPTIEMBRE. Sanchez envía alguna de sus vicepresidentas a negociar con el prófugo Puigdemont.

  OCTUBRE. Sánchez envía a su número tres a negociar directamente con Puigdemont posando bajo un cuadro con las urnas del golpe de estado. Éste reconoce que empezó a negociar en marzo.

NOVIEMBRE.  Sánchez admite la exigencia de sus socios para revisar las sentencias de los jueces.

DICIEMBRE. Sánchez termina defendiendo la amnistía.

 

 Y creo que por hoy ya está bien. Hasta el viernes que viene