
Imagen de archivo de una planta de producción de biometano
¿Cómo el biometano favorece al sector agroganadero y a la agricultura ecológica?
La comunidad de Castilla y León juega un papel de liderazgo a través de la apuesta por la energía verde, limpia y sostenible.
Más información: Castilla y León, líder en biometano: una alternativa real y sostenible al gas natural
Gases renovables, convertir residuos en recursos y sostenibilidad. Tres premisas que definen el perfil generador adoptado por Castilla y León para colocarse a la vanguardia de la economía circular a través del biometano y la agricultura ecológica, algo que cobra más fuerza con motivo de la próxima celebración del Día Internacional de la Energía Limpia.
Las nuevas corrientes energéticas y necesidades climáticas han obligado a apostar por fórmulas que cumplan los criterios de transición y las exigencias de la Unión Europea. Y aquí Castilla y León juega un papel de liderazgo a través de la apuesta por el biometano, que no es únicamente una fuente de energía renovable, también un motor del desarrollo sostenible y del sector agroganadero.
Las ventajas del biometano son múltiples. A la ya mencionada transformación de residuos en nuevos recursos, se abren las puertas a la integración del medio rural en la transición energética. Por su similitud con el gas natural convencional, el biometano se puede inyectar directamente a la red existente, anulando costes de almacenamiento o construcción de nuevas infraestructuras.
Esta versatilidad puede ser la respuesta de múltiples necesidades energéticas, tanto industriales como domésticas, antes cubiertas por combustibles fósiles. Además de generar energía y fertilizantes orgánicos, las plantas de biometano también crean empleo, fijan población, revitalizan el territorio y combaten el reto demográfico.
También es respetuoso con el medio ambiente, ya que es un gas neutro, que no eleva la emisión de CO2 a la atmósfera, devolviendo únicamente el compuesto que la materia prima tratada ya tenía.
Oportunidades para el sector agroganadero
De esta manera, el biometano es el mejor ejemplo de economía circular y ofrece una segunda vida a los residuos agroganaderos. Dejan de concebirse como un problema para pasar a formar parte de un sistema en el que promueven acuerdos beneficiosos tanto para productores de energía limpia como del residuo y se convierten en soluciones estratégicas y recursos sostenibles.
Según un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña el biometano producido en base a residuos ganaderos supone un 200% de ahorro de emisiones frente al combustible fósil sustituido.
La producción de biometano frena la acumulación y descomposición de estas materias primas no controladas en el campo, reduciendo también el riesgo de contaminación, incendios o de olores en el entorno. Y es que, tras ser recibidas en las instalaciones, son almacenadas en un silo totalmente sellado y hermético. Premisa que se cumple en la logística que las transporta, eliminando los olores durante el trayecto o su descarga.

Los residuos generados en la actividad agroganadera se convierten un producto con valor añadido.
Así, se transforman residuos de proximidad ya existentes, como estiércoles, purines o residuos agrícolas en energía limpia, facilitando además su gestión y trazabilidad. Los costes logísticos de los mismos para agricultores y ganaderos se eliminan, pudiendo realizar vaciados frecuentes, que además de facilitar las mejores condiciones del residuo para la producción de energía a partir de ellos, supondrían la máxima reducción de gases de efecto invernadero de las propias granjas.
Agricultura ecológica y biometano
Como resultado de la producción del biometano surge, tras el proceso de digestión anaerobia, el digestato o digerido. Es un producto sólido e inodoro que funciona, una vez tratado, como fertilizante orgánico compuesto por una mezcla de estiércoles, purines, restos de cosecha y es rico en nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio.
Este fertilizante orgánico, contribuye a mantener la estructura y la fertilidad del suelo durante más tiempo, reduciendo la dependencia y la aplicación de abonos químicos. Además, mejora su capacidad regenerativa y reduce las emisiones asociadas a la elaboración de estos productos sintéticos.
Estas características hacen del digestato una palanca para avanzar hacia la agricultura ecológica, siendo este un sector en el que España es referente europeo, impulsar el sector agrario y su orientación hacia productos más sostenibles.
En esta línea, la UE se marca el objetivo de destinar, como tarde en el 2030, el 25% de las tierras agrícolas a la agricultura ecológica, según el plan de acción desarrollado y aprobado en marzo de 2021 por la Comisión Europea en el marco de los objetivos marcados en el Pacto Verde Europeo.
Biorig, referente en la producción de biometano a partir de residuos agroganaderos
Una transición energética en la que participa Biorig, una empresa de origen castellanoleonés, especializada en el desarrollo, construcción y operación de plantas de biometano. En la actualidad la compañía desarrolla proyectos en provincias como León, Soria o Zamora.
Desde Biorig producen biometano a partir del uso único y exclusivo de materias primas agroganaderas, como purines o estiércoles de ámbito local, de proximidad y procedentes de explotaciones ya existentes. En el caso de Biorig, sus plantas producen un fertilizante orgánico de alta calidad, para cumplir con los requisitos de fertilización de los suelos agrícolas (Reglamento UE 2019/1009).
Para esta compañía, la adopción de la tecnología más vanguardista en las plantas de biometano asegura la eliminación total de olores en el exterior de las instalaciones. Las mejores condiciones de seguridad no son solo cuestiones técnicas, sino también un compromiso adoptado por Biorig con las comunidades locales en las que opera.
Por ello, las plantas de Biorig se ubican siempre en entornos rurales a distancias lo suficientemente alejadas de cualquier núcleo urbano, eliminando así cualquier impacto negativo en las áreas habitadas.
Biometano, una oportunidad esencial para Castilla y León
El biometano se presenta como un agente dinamizador económico y social de la región. Un nuevo modelo a la vanguardia de la economía circular en el que Castilla y León se ha propuesto liderar el cambio a través de la sostenibilidad y en cumplimiento de los criterios climáticos que hoy en día se requieren, aportando a su vez un valor añadido al territorio rural.
Una oportunidad que con las singularidades territoriales, económicas y sociales de la comunidad colocan a Castilla y León como una de las grandes potencias nacionales, permitiendo que su apuesta por este modelo pueda ser trasladado hasta otros territorios, en aras de una contribución general a la lucha contra el cambio climático a través de una energía limpia, verde y dinamizadora.