Varias personas paseando por una calle de Zamora

Varias personas paseando por una calle de Zamora ICAL

Economía

Castilla y León cerrará 2022 con un déficit del 0,6%, una décima más de lo previsto

La AIReF ha hecho pública hoy su revisión de las estimaciones macroeconómicas en España y por comunidades autónomas, marcada por el contexto geopolítico y las consecuencias de la pandemia

7 abril, 2022 17:38

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La AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) continúa revisando a la baja las previsiones de crecimiento en el territorio español. Según la última actualización de sus previsiones económicas y fiscales de acuerdo con la nueva situación geopolítica, Castilla y León cerrará 2022 con un déficit del 0,6%, lo que supone empeorar una décima las previsiones que manejaba anteriormente.

Todo ello teniendo en cuenta que se trata de una actualización publicada sobre las estimaciones de los presupuestos prorrogados de 2021, dado el anticipo de elecciones en Castilla y León. Es, junto a Andalucía, la única que no tiene actualmente un presupuesto aprobado para 2022.

Los constantes cambios económicos y fiscales producidos por un escenario político marcado por el empobrecimiento producido por la pandemia y las consecuencias de la guerra iniciada por Putin en Ucrania, lastrarán también al conjunto de España con una previsión de crecimiento real de la economía española que cae hasta el 4,3%.

Las tensiones inflacionistas que se están sucediendo marcan también las economías de mercado con unos datos que no se veían desde 1970.

La variación en las previsiones de la AIReF sobre las del informe previo se derivan de varios elementos que, en conjunto, reducen las previsiones en dos décimas del PIB. Por un lado, porque se retrasa la entrada en vigor del nuevo impuesto estatal de residuos del que podía derivarse una compensación para la Comunidad. Por otro, se incorpora el gasto de las ayudas directas a empresas que quedaron pendientes de ejecutar, y se modera el crecimiento esperado en los ingresos, a pesar del efecto positivo estimado en la recaudación de algunos impuestos como consecuencia de la inflación, según recoge Ical.

El cierre de 2021 tiene, además, un efecto nulo en 2022 y la AIReF prevé que los ingresos de la Comunidad en este año, sin considerar los recursos del PRTR y las ayudas directas a empresas, reduzcan su peso 1,6 puntos, hasta el 16,5 por ciento del PIB. Los empleos de la Comunidad en 2022, sin considerar de nuevo los fondos PRTR ni las ayudas a empresas, se mantendrán al nivel de 2021, minorando su peso algo más de un punto hasta el 17,1 por ciento del PIB regional. Por último, y con respecto al informe de líneas, se modera la variación negativa esperada en el gasto computable a efectos de la regla de gasto en 2022.

En cuanto a los fondos REACT-EU, los procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y las ayudas estatales a empresas, el grado de ejecución esperado en 2022 con respecto a los primeros aumenta, con una ejecución estimable de cerca del 85 por ciento de los fondos asignados inicialmente. El gasto que se espera ejecutar en 2022 vinculado a los fondos PRTR se mantiene respecto al informe de líneas, suponiendo un 0,6 por ciento del PIB, mientras que se trasladan a 2022 parte del gasto pendiente en ayudas directas a empresas, al no ejecutarse en su totalidad en 2021.

Deuda pública

El último informe de la AIReF estima que la deuda pública de Castilla y León suba en medio punto como consecuencia del nivel de endeudamiento en 2021, de las previsiones de cierre de 2022, y de la revisión del PIB regional.

Así, con respecto al 21,4% sobre el PIB estimado en el informe de líneas fundamentales, ahora asciende al 21,9% debido a la subida de dos décimas de la deuda a cierre de 2021, las dos décimas que aumenta el déficit previsto para 2022 y el aumento del efecto PIB.

Así, y de acuerdo con las previsiones de la AIReF, la ratio de deuda sobre el PIB en Castilla y León se reducirá hasta el 22% en 2022, mientras que en relación con los ingresos corrientes, se registra un crecimiento próximo al 9%, cuando la ratio sobre PIB baja casi un 3%. 

Sobre las proyecciones a largo plazo, y bajo los supuestos de un escenario normativo, se proyecta una reducción de la ratio de deuda de 10,5 puntos de PIB en los próximos 15 años, alcanzando el nivel previo a la pandemia en el año 2024.

Bajo el mismo escenario, se proyecta una reducción para el conjunto del subsector de 12,1 puntos. El esperado crecimiento económico será el factor que más contribuya a la reducción de la ratio en ambos casos.