Carlos Martínez Izquierdo, presidente de la Unión de Cajas de Ahorro Rurales de Castilla y León

Carlos Martínez Izquierdo, presidente de la Unión de Cajas de Ahorro Rurales de Castilla y León

Economía

Las cajas rurales siguen creciendo y cerrarán 2021 con una cifra de negocio de 17.000 millones

La gran banca cede el liderazgo financiero a las entidades tradicionalmente agrarias, que prevén abrir 12 oficinas en Castilla y León durante el próximo año y se posicionan así como el gran y único dique de contención de la exclusión financiera.

20 octubre, 2021 07:00

El grave problema que arrastra la denominada 'España vaciada' lo sería aún más si desapareciera el servicio financiero en los pequeños entornos rurales. Sin ellos no hay posibilidad de actividad empresarial. Un municipio sin oficina bancaria provoca un abandono demográfico de la zona difícilmente recuperable.

Desde que la banca tradicional comenzó su reestructuración tras la crisis de 2008, las cajas rurales han visto crecer su volumen de negocio sin renunciar a seguir dando servicio en territorios con poca densidad de población.

Así, el presidente de la Unión de Cajas Rurales de Castilla y León (UCAR), Carlos Martínez Izquierdo, prevé que estas entidades "cierren este año con una cifra de negocio cercana a los 17.000 millones de euros", lo que supone un 13% más que en el ejercicio anterior.

Todas estas circunstancias han permitido a este grupo, formado por Caja Rural de Salamanca, Caja Rural de Zamora, Caja Viva y Caja Rural de Soria, establecer un vínculo más fuerte aún en su constante apuesta por mantener sus servicios en este entorno, lo que se traducirá en la apertura de entre 10 y 12 nuevas oficinas en la Comunidad durante el próximo año.

El Plan Estratégico de estas entidades pasa por convertirse en la referencia en aquellos territorios con mayor exclusión financiera. No en vano, son ya más de 1.600 los municipios de esta Comunidad que se han quedado sin un servicio "absolutamente fundamental si queremos que esto no acabe siendo un desierto", advierte Martínez Izquierdo.

Sin acceso a efectivo

El Banco de España publicó recientemente en un informe que la mitad de las sucursales bancarias han desaparecido desde la crisis de 2008 en todo el país. Un dato que se agrava en los municipios con menos de 5.000 habitantes, de donde la gran banca ha decidido ir retirándose gradualmente en un proceso que no tiene vuelta atrás.

Este informe incluye que la comunidad autónoma con menor cobertura financiera es Castilla y León, con Ávila y Zamora a la cabeza de las provincias con menores ratios por población con acceso a poder sacar dinero de un cajero.

"¿Cómo vamos a pelear por mantener nuestros pueblos, si no se va a poder hacer vida en ellos? ¿Cómo le dices a una pareja joven que apueste por iniciar una actividad económica si no puede ni acudir a un cajero a sacar dinero?", plantea el presidente de UCAR.

Una lucha que "encuentra más dificultades aún con los problemas añadidos de infraestructuras y conectividad que hacen inviable para muchos quedarse en estos municipios y apostar por este modelo de vida", añade.

Ni un sólo ERE o ERTE

El proceso de concentración bancaria está teniendo como resultado unos ajustes de plantilla que se traducen en el anuncio constante de nuevos ERES y ERTES. Sin embargo, las Cajas Rurales han demostrado una especial resiliencia en las sucesivas crisis económicas, sin haber tenido nunca que anunciar un sólo expediente de regulación de empleo.

De hecho, este grupo ha incrementado la contratación de personal de los 930 que tenía en el año 2019 a los 961 con que cuenta en la actualidad dando servicio en sus casi 300 oficinas, en su mayoría ubicadas en el entorno rural.

"Las Cajas Rurales hemos demostrado que nuestra apuesta por la tierra es nuestro modo de sentir esta Comunidad. Cuando hay elecciones todos se acuerdan de lo rural, pero cuando pasa la cita con las urnas, por aquí ya no aparece nadie", denuncia Martínez Izquierdo. 

Una de las demandas que formula el presidente de UCAR es precisamente un mayor esfuerzo por parte de las instituciones por "vertebrar la comunidad con infraestructuras, sobre todo allí donde su ausencia supone un coste de oportunidad que recae sobre unos empresarios que ven cómo se les hace muy cuesta arriba ser competitivos", en clara alusión a la provincia de Soria.