Aunque Amaia se sentía muy mal por tener que hacerle una broma en directo a Pablo Motos, Alfred fue mucho más creíble. Los concursantes de Operación triunfo visitaron este lunes El hormiguero y reventaron los audímetros. Por el camino ya se van acostumbrando a las cámaras de televisión, son mucho más naturales y no les importa gastar una broma al rey del minuto de oro. 

Llegado el momento, Motos le preguntó a Alfred por lo primero en lo que se se fijó de Amaia. Al finalista de OT le cambiaba la cara: no quería hablar de este tema. “Esto dijimos que no, que ya está”, decía el cantante muy serio. “Ya hemos hablado antes que no. Podríamos hablar de música”, continuaba el concursante. 

Pablo Motos no sabía dónde meterse. Pero Amaia rompió el hielo en ese momento porque no podía contener la risa. “¡Es una broma!”, dijo la ganadora de Operación triunfo. Menos mal, porque la cara del presentador era un poema y nadie sabía lo que estaba pasando. 

Lo que pasó este lunes por la noche podría ser una broma más entre el equipo del programa y Pablo Motos. Podría ser un juego más de un programa como El hormiguero. Pero, lo cierto es que la broma que le hicieron al presentador los dos cantantes tiene un trasfondo mucho más importante de lo que muchos han querido ver. Y ellos dos entendieron desde el principio a qué se estaba jugando. 

La broma que sucedió este lunes en el plató de El hormiguero dice mucho más de lo que aparenta a simple vista

Motos ha sido uno de los presentadores más criticados en las últimas temporadas. Son muchos los que han querido tachar al presentador de machista por las preguntas que ha hecho a algunas de sus entrevistadas. Son muchos los que querido ver una gran diferencia en cómo trata a las mujeres y a los hombres en sus programas, preguntando siempre a ellas por su vida personal y a ellos por su vida profesional. Y esta broma era una clara crítica a esas críticas. 

¿Quién no preguntaría a Alfred y Amaia por su relación en sus primeras entrevistas si queremos conocer a fondo su paso por el programa? El hormiguero es un programa de entretenimiento y, por lo tanto, debe entretener al espectador. El invitado sabe perfectamente a qué va a un formato de estas características. Y Alfred sabía perfectamente que no estaría una hora hablando de trombones y entendió la pregunta. Entendió que todo esto forma parte del show. 

Por eso la broma que sucedió este lunes en el plató de El hormiguero dice mucho más de lo que aparenta a simple vista. Todos los medios de comunicación, desde el más popular hasta el más local que ha hablado de Operación triunfo, ha contado la historia de amor de Alfred y Amaia desde el primer minuto. Ha sido una retransmisión minuto a minuto. ¿Por qué no permitirle a Motos hacerle dos preguntas a los jóvenes sobre su relación si todo el mundo se lo está preguntando? Y, ojo, ellos están en todo su derecho de decidir dónde poner el límite y qué contar. 

El hormiguero reunió este lunes a casi 4 millones de espectadores en directo

El éxito siempre convierte a un programa de televisión en diana. Cuanta más audiencia, más posibilidad de crítica. Y ahora que vivimos en una sociedad en la que cualquier opinión tiene un altavoz llamado Twitter que lo hace más grande, es más fácil buscar el aplauso con un ataque a un presentador de éxito.

Seguro que encuentra a unos cuantos que estén de acuerdo. Pero lo cierto es que El hormiguero reunió este lunes a casi 4 millones de espectadores en directo, la mayor plataforma de promoción que existe en estos momentos. Y, pobres de ellos, que tuvieron que decir lo que pensaron el uno del otro la primera vez que se vieron.