Nacida en Barcelona, Gisela entró en aquella Academia llamada Operación triunfo con 22 años. Era una joven que poco sabía de cómo funcionaba el mercado musical. Allí se convirtió en la niña preferida de Disney y comenzó una carrera paralela sobre las tablas de los teatros. Una decisión que ha hecho de Gisela una de las grandes triunfadoras de aquella primera generación de concursantes. 

Ahora, 15 años después, Gisela ya no es la dulce e inocente que respondía ante los micrófonos siempre con una sonrisa de oreja a oreja. Mucho más madura, con ella ahora se pueden hablar de las luces y las sombras que han tenido estos años sobre los escenarios. No todo fue un camino de rosas y ella no tiene miedo a decirlo en voz alta. 

Después de un primer disco en solitario que logró vender 200.000 copias, Gisela se trajo para España dos gaviotas de plata en el Festival de Viña del Mar, formó parte del coro en Eurovisión junto a Rosa López en 2002 y consiguió regresar en 2008 representando a Andorra en solitario. 

Como ha pasado con muchos de sus compañeros, su nombre regresa a la primera línea gracias a OT: El reencuentro, que este domingo emite su tercera y última parte de la trilogía documental. Con la cantante hemos hablado sobre lo que han supuesto estos años, sobre ese sentimiento agridulce que se le ha quedado en el paladar y sobre sus proyectos de futuro. 

¿Qué es lo primero que se te pasó por la cabeza cuando te propusieron este reencuentro?

Pues fueron muchos sentimientos encontrados. Era una cosa que yo quería hacer desde hace muchos años: cuando cumplimos 10 años ya lo queríamos haber hecho. Por un lado era el ‘por fin’ y por otro lado era el miedo a ver cómo se afrontaba este proyecto. Ha sido un poco complicado ponernos de acuerdo con los productores y la cadena. Había mucha ilusión y muchos nervios, pero también incertidumbre. A toro pasado, estoy contenta de haber participado. 

¿Os hubiese gustado hacerlo sin una discográfica de por medio?

Sí, me hubiese gustado que hubiese más unión. Al fin y al cabo, nosotros somos los protagonistas. No es que seamos más o menos que nadie. Fuimos los que entramos en ese programa y nos cambió la vida a todos. Me hubiese gustado que se hiciese todo de otra manera, de una forma más personal. Pero es verdad que sin Tinet no lo hubiésemos podido hacer porque hace falta una maquinaria muy grande detrás. 

Si hoy volviese a entrar en esa academia, con el paso de los años encima como experiencia, ¿te comportarías de la misma forma?

A nivel profesional, no. A nivel personal siempre voy a ser yo, con lo bueno y con lo malo. Entré muy insegura y me escondía. Ahora estoy mucho más segura de mí misma, tengo un novel vocal mucho mejor. A nivel artístico sí que hubiese dado más caña, seguro. 

Desaprovechamos muchas cosas en ese momento por ignorancia

¿Cambiarías algo de esos primeros años de carrera profesional en los que te dejaste dirigir mucho más?

Sí, no me dejaría dirigir tanto. Con la experiencia que tengo ahora todo hubiese sido muy distinto. Hubiese aprovechado mucho más los recursos que tenía en ese momento. Desaprovechamos muchas cosas en ese momento por ignorancia. 

¿Cómo hubieses llevado tu carrera?

Seguramente, la hubiese llevado más a la interpretación, al teatro. Incluso el cine. Hubiese compaginado mucho más mi faceta como actriz con la de cantante. 

El mundo de la música os catalogó como ‘triunfitos’ como un nuevo género. ¿Cómo os afectó? ¿Crees que ya se han olvidado y sois uno más?

Se olvidaron, pero con este reencuentro no sé si volverán. Todo lo que se diga con cariño, te afecta bien. Si lo dices de forma despectiva es como un insulto. Te lo tomas así y te afecta así. Duele y lo rechazas. 

Ayudasteis a las discográficas a vender más discos y ellos se lo tomaron como una invasión…

Claro. Había gente que pensaba así, pero eso son las inseguridades de cada uno y sus circunstancias. Cada uno tiene una forma de vivir y entender esta profesión. Habría gente que no estaba en su mejor momento y nuestra llegada le apartó del panorama. Todo puede ser. Cuando te tocan el pan, duele y sacan las uñas. 

La industria discográfica está muy mal: se vende poco y el formato físico está casi desparecido

Ahora lo veis desde el otro lado: gente que sale de un reality show y se quiere dedicar al mundo de la música. ¿Cómo te lo tomas?

Es difícil. La gente lo tiene muy difícil por muchos motivos. La industria discográfica está muy mal: se vende poco y el formato físico está casi desparecido. Hay pocos programas de televisión donde promocionarte. Si quieres hacerlo a través de las redes hay tanta información que es muy difícil hacerte un hueco. Pero no es imposible, hay que seguir luchando por los sueños. Al final esta profesión es muy bonita si la vives con vocación. 

Vosotros vivisteis sin redes sociales. Ahora el mundo Twitter es muy crítico. ¿Qué dirían de vosotros?

Yo ya estoy curada de espanto. Cuando saqué mi videoblog en YouTube me dieron por todos lados. Ahí hice una cura. Un vídeo tan tonto. En realidad es promoción. A mí me afectan los comentarios de gente que yo quiero y respeto. Somos personas y todo nos afecta, pero a las cosas hay que darle el valor que tienen. Me importan las cosas según de quien vienen. 

¿Ha habido nuevos contactos ahora que el programa se vuelve a poner de moda para relanzar alguna de las carreras musicales?

En mi caso, no. Si yo quiero sacar un single, lo saco porque me apetece. Quizá ahora hay que aprovechar el momento porque hay más repercusión y puede llegar a más gente. ¿Por qué no? No soy tonta y la promoción es básica. He sacado un single que tenía preparado desde hace tiempo y creo que es el momento. Pero no pongo muchas esperanzas porque yo tengo una carrera musical.

Algunos han hablado de favoritismos durante el programa. ¿También lo notaste?

Claro, había preferidos. Pero tanto por el público como por la organización. Más que favoritismo había claros productos por parte de las discográficas. Si eres un negocio está claro que te van a potenciar. Lo tenían muy claro y focalizan. 

Tú también fuiste un producto perfecto para Disney…

Sí, pero en mi caso no creo que fuese favoritismo. Fue un casting en el que yo encajé. 

¿Cómo es tu relación con Disney ahora mismo?

Es fantástico. Me ha dado muchísimo. He hecho teatro musical a raíz de eso y he participado en cinco proyectos con ellos, tanto de televisión como de cine. Soy la persona que más veces ha trabajado para Disney en este país a nivel de voz. Siempre he sido fan de Disney y me siento una afortunada. Que me den ese regalo es lo más.

Han sido 15 años de lucha incansable, de momentos muy buenos y momentos duros

¿Cómo resumirías estos 15 años?

15 años de lucha, de lucha incansable, de momentos muy buenos y momentos duros. Ha sido todo agridulce. 

Sois muy sinceros a la hora de hablar de esa parte agria. ¿Ha sido para tanto?

Ha habido muchos momentos en que sí. Al final, nosotros estamos hablando de nuestras vidas, de nuestro día a día, de nuestro sustento y nuestra ilusión. Yo he tenido la suerte de haber estado con mi familia y no me he sentido sola. Pero entiendo a los que lo dicen. Mi hermano es mi representante y no he vivido esa parte. 

¿Sientes que muchos se aprovecharon de vuestro tirón?

Mucha gente. Éramos el centro del aprovechamiento de todo. Éramos la gallina de los huevos de oro. Éramos los más queridos y los más deseados. Eso se tornó en un momento. De la noche a la mañana nos costaba entrar en las radios, que la prensa accediera a darte entrevistas.

¿Cómo viviste cuando explotó esa burbuja?

Es muy duro. ¿Por qué ayer sí y hoy no? Tienes que asumir que esto es un ciclo y son momentos. Las cosas pasan y después vuelves a estar.