Sálvame, tal y como lo conocíamos, ha muerto. O eso es lo que nos han intentado hacer creer esta tarde, cuando Terelu Campos y Adela González no han arrancado la emisión de Sálvame Limón, sino una nueva versión llamada Sálvame Algodón de Azúcar. Incluso han modificado su línea gráfica por otra de tonos pastel, que vaya acorde a unos contenidos más blancos y amables, tal como le habían pedido durante años sus detractores.

El reportero y locutor del programa Germán González narraba entonces en un vídeo los contenidos que trataría este Sálvame Algodón de Azúcar, y para ello, incluso ha cambiado su forma de contar las cosas por una más pausada y almibarada. “El Sálvame que conocíais ya no existe”, advertía. “Hoy en nuestro Sálvame Algodón de Azúcar descubrimos la casa de María Pombo. Cómo se organiza para conciliar la vida familiar y para tener suficiente tiempo para su marido y su profesión”, avanzaban sobre la influencer. “La semana que viene es San Isidro y hoy aprendemos a bailar en plato un baile fácil, pero que tiene sus trucos, y también sus riesgos: el chotis”, continuaba avanzando el locutor.

La lista de temas continuaba sobre cómo actuar ante una emergencia con un curso de primeros auxilios que daría el marido de Belén Esteban, Miguel. También se adentrarían en el veganismo, “la corriente que se impone entre nuestros famosos. Como consiguen lucir perfectos sin comer proteínas provenientes de la carne”. Añadían que hablarían de un viaje al Polo Norte para hablar de pingüinos, que se analizarían las claves del éxito taurino de la Feria de San Isidro, que hablarían con el representante de Victoria Federica y que descubrirían cómo fabrican sus pastas artesanas y sin gluten las monjas descalzas de un monasterio.

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El programa se fue a publicidad, y a su vuelta, continuaron con este tono dulce, dando paso a Omar Montes, que aparecía elegantemente vestido para hablar de la feria del libro. Todo, sin embargo, fue una broma, y el director David Valldeperas apareció en el centro del plató con un cartel de una cuenta atrás. Así, confirmó que Sálvame terminaría el viernes 23 de junio, que quedan hasta entonces 32 días y que serían “de desenfreno”.

Todos los colaboradores se soltaron entonces la melena y comenzaron a jalear, y Sálvame volvió a tratar sus contenidos habituales. Una de las primeras en aparecer en la pantalla fue Miriam Corregüela, la hija de Ginés, de Supervivientes, que dijo que menos mal que ya habían cambiado, que se estaba durmiendo con esa versión Algodón de Azúcar.