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Plano General de Pablo Iglesias

El nuevo programa de entrevistas de La 2 se estrenó con Pablo Iglesias, que tiene nuevo libro, Verdades a la cara, y tiene el poder de romper la barrera del tiempo: consigue que media hora de ahora parezcan tres de hace cuarenta años.

9 abril, 2022 01:27

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Se estrenaba anoche Plano General, un programa de entrevistas “sencillo y sincero”. Y lo de sencillo, al menos, era cierto: parecía el plató de una televisión local. Cualquier emisión de Telequintanilla de Onésimo es más sofisticada que Plano General. El formato es simple (y sincero): unos bloques con sus nombrecitos y un invitado ahí, contestando. El primero, Pablo Iglesias.

Empieza la cosa con saluditos en la redacción de Público entre presentador e invitado, con la voz en off de este último diciendo cosas como “la geografía izquierda derecha no siempre explica todo” o “yo ahora soy mucho más feliz que cuando tenía toda esa carga de responsabilidad”. Son algunas de las respuestas que dará luego a lo largo de los treinta minutos que dura el programa.

Me va muy bien

Jenaro Castro, el presentador y director, habla y te traslada a hace cuarenta años. Da comienzo con una pregunta incisiva: ¿Cómo le va la vida?. “La verdad es que muy bien”, contesta el otro. Pues venga, que estos treinta minutillos se nos van a hacer largos, intuyo.

El primer bloque es “La semblanza”, y al ser preguntado por una frase que le defina responde, con ese tono suyo afectado y monocorde del que gusta de escucharse, que “te definen tus enemigos, no te definen tus amigos. Eres tus enemigos”. Y se da la razón a sí mismo, asintiendo. Un vídeo nos hace un resumen casi biográfico de Iglesias y Podemos, indisolubles, desde aquel “el cielo no se toma por consenso, el cielo se toma por asalto” en la Plaza del Sol a su derrota a Presidente de la Comunidad de Madrid y el abandono de la secretaría general de Podemos. “El Pablo Iglesias de 2022”, dice Aitor Riveiro, editor de Verdades a la cara, el libro de este, “está muy reafirmado en las ideas que él tenía antes de entrar en la política institucional”.

No vuelve

“La política nunca fue mi mejor plan”, dice Iglesias. A él lo que le gustaba era ser profesor, investigar en la universidad, tener un programa… Pues si le llega a gustar, yo no sé. “No volvería a hacer lo que hacía”. Respiren tranquilos. Al fin una buena noticia: Está muy orgulloso y cree que consiguió “cosas históricas”, pero no vuelve.

Preguntado por el acoso del que habla en su libro, responde que “lo que se ha hecho con nosotros no se ha hecho con mucha gente”. Él mismo se da cuenta de la barbaridad y aclara que sí, que a ellos no los han asesinado ni los han mutilado, pero “lo que han hecho con nosotros es muy grave”. Habla de meses de acoso mientras se ve en una calle, supongo que la suya, a dos señores en bicicleta, unos con cacerolas, otro con dos tapas. Este no ha estado en fallas. “Lo que se ha hecho con nosotros por ser de Podemos es algo que no tenía precedentes en este país y no se lo deseo a nadie”.

Traición a los saharauis

En el siguiente bloque, Sala de Prensa, se tratan brevemente temas de actualidad. Sobre la invasión de Ucrania es tajante y le parece “injustificable”, pero a la pregunta “¿usted niega que Putin sea un dictador?” responde con circunloquios, el presentador no le repregunta y yo me muerdo las uñas. A él le parece que el problema es que la Comunidad Internacional “le aplaudió durante muchísimo tiempo”. Pero esa no era la pregunta, Pablo. Era si niegas que Putin sea un dictador. Aprovecha sin embargo para arremeter contra la prensa y afirmar que Putin lo que es “es un señor de derechas”.

Con lo del Sahara no tiene reparos y deja las verónicas para más tarde. “Es una traición del partido socialista a su propio programa electoral”, afirma. Ante la posibilidad de elecciones anticipadas mantiene que hay que estar preparados para todo porque Sánchez “ha demostrado que no avisa de sus grandes decisiones. Nadie se imaginaba que fuera a cesar cuando lo hizo a Iván Redondo, a Carmen Calvo, a Ábalos. Nadie se imaginaba ese cambio drástico en el gabinete de gobierno. Nadie se imaginaba la traición al pueblo saharaui. Si Pedro Sánchez decide que le conviene convocar elecciones, las convocará”. Y su gestión de las residencias durante la pandemia “es uno de los grandes bulos de una derecha y una ultraderecha mediática que ha mentido a la sociedad”.

Poderes mediáticos

Pasamos a otro bloque casi sin solución de continuidad, mediante una cortinilla anticuada. Se llama en un rincón del alma y no se me ocurre un título más cursi. Sobre la familia, cree que “ser padre es lo mejor que le puede ocurrir a alguien. Hasta que no lo eres no sabes que puedes querer a alguien de esa manera”. Él ha visto “cocainómanos de la política”, pero a él no le han permitido disfrutar de nada y “lo que yo he vivido, no se lo deseo a nadie”. No lloró cuando perdió en Madrid, porque él no llora. Él perdió porque quiso. Esto no lo ha dicho, esto lo he leído yo entre líneas, o no tan entre líneas: “Cuando tuve la oportunidad de salir, cuando era evidente que era mejor que yo saliera, eso en lo personal para mí fue una felicidad inmensa”.

“Los poderes mediaticos son poderes politicos”. Él va señalando periodistas, que es su estilo, y el presentador se ve obligado a, tibiamente, defender a sus compañeros. “Yo siempre he dicho más verdades que las que son habituales en un político”, dice Iglesias, que está empeñado en que “en la derecha” mandan los periodistas. En la izquierda no, porque “hay mucha menos izquierda mediatica que derecha mediatica”, e insiste en sostener que “lo que se ha hecho contra nosotros y contra mi ha superado todos los limites”. Hombre, Pablo, decir eso precisamente en este país y con nuestra historia reciente que tan bien conocen vuestros socios parlamentarios, a lo mejor es tener mucho cuajo. Creo que me voy a hacer una tila aprovechando que hablan del chalet de Galapagar que a mí me la trae al pairo.

Montero, referente del feminismo

Plano general es el penúltimo bloque. La cosa va de contestar con brevedad y sin explicación a una serie de cuestiones, directriz que Iglesias se pasará por el guano cuando le salga del rasca, aviso ya. Dice, entre otras cosas, que a Sánchez le ha dicho todas las verdades a la cara, que no volvería a la política por nadie (porque se fue él, que no le echó nadie), que su lema es estudiar y su bandera la de la república. Que Irene Montero es una referencia del feminismo en España y a nivel mundial (escupo la tila sin querer y me da la risa nerviosa).

Que la Monarquía es una rémora para el avance democrático de España, una buena parte del periodismo es propaganda, que la comunicación es el lenguaje político de nuestra época y no debería haber pobres en democracia. Que no se debe ignorar que muchos ciudadanos catalanes y vascos querrían tener un estado propio y que eso no se puede ignorar ni descalificar.

Neuronas

¿Quién tiene más neuronas: la izquierda, la derecha o el centro?, pregunta Jenaro, y yo he querido ver cierta mala baba en la preguntita, por mi optimismo natural. Iglesias ni se inmuta y dice que “neuronas hay en muchos sitios” y que “cuando alguien piensa que su adversario no tiene neuronas es el preámbulo de la más humillante derrota”. Nada, no lo pilla o no ha querido.

Cierran con El Muro. Le piden “una frase de su cosecha y con su firma” y elige: “no te definen tus amigos, te definen tus enemigos”. Y ahí sí la clava, pero creo que sin querer.