Opinión

Por un 8M igualitario

Cientos de miles de personas se lanzan a la calle en una movilización feminista por el 8M en Málaga.

Cientos de miles de personas se lanzan a la calle en una movilización feminista por el 8M en Málaga. Europa Press

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El 8-M se acerca y es un día reivindicativo de las mujeres y aprovecho para reivindicar por el feminismo. El feminismo es la igualdad entre el hombre y la mujer, en derechos y oportunidades, se supone. Por lo tanto, según esta definición, pocas personas osarán no considerarse feministas.

Lo primero, que debe hacerse en el camino del pensamiento es definir hombre y mujer. Hace 20 años estaba claro, ahora está muy confuso. Actualmente, nadie se atreve a definir para que no le tilden de… Yo tampoco me atrevo. El siguiente aspecto a tratar consiste en abordar que es la igualdad. Los datos de violencia de género son estremecedores.  Pero también son dramáticos los datos de suicidios, muertes en accidentes laborales, fracaso escolar y vagabundeo donde los hombres son una aplastante mayoría.

Las mujeres, hace ya años, son mayoría en la universidad y en puestos de la administración.  Desde el hembrismo, se responde que se debe al machismo que destina a las mujeres a los cuidados, aunque observando los datos también son mayoría en la jurisprudencia, contabilidad y otros sectores poco dado al trato humano. Y aquí nace mi reivindicación feminista, Igualitaria, al igual que se hace bien en motivar y animar a las mujeres a cursar carreras técnicas, también se debería animar a los hombres a cursar estudios de cuidados y con mejores condiciones laborales como los de la administración. Así, conciliar no será pedir un permiso especial, sino tu derecho habitual; así el hombre vive en una estructura social para protegerlo y no caer en el suicidio, la drogadicción o el vagabundeo.

El feminismo o es bidireccional o no es feminista por ir contra su propia definición. Alabemos a las mujeres científicas y ejecutivas así como a los padres que hacen la comida a sus hijos, les escuchan y se ocupan de la casa. Eso es la igualdad, siempre que en ambos casos hagan lo que les plazca, puesto que en caso contrario también serían loables si tienen en común la libertad de elección y la responsabilidad con su sociedad. ¡Viva el 8-M! ¡Luchemos por un 8-M más feminista!