Terminaron los JJOO con una discreta participación española que si tenemos en cuenta las preferencias deportivas en España, tampoco está mal.
España es más de bar y paseo debido al buen tiempo y escaso interés por hacer ejercicio que existe en nuestro país.
El fútbol sigue centrando las pasiones y hay que admitir que es de los deportes o el más divertido de ver y disfrutar como espectador aunque no debiera impedir practicar o seguir otros deportes.
Dedicarse al deporte exige renuncias imposibles, existiendo escasa ayuda para la consecución de unos objetivos que no compensan económicamente.
También hay muchos buenos deportistas aficionados sin intención de dar un paso más allá y que con el apoyo necesario y los entrenadores adecuados, seguro que lograrían triunfos pero hay que tener claro el futuro mediante formación y un trabajo que dé para vivir.
España tiene materia prima pero las preferencias para la mayoría de buenos deportistas aficionados son diferentes y es lógico que así sea, tal y como está organizado el sistema en España.
Tenemos cualidades, pero falta apoyo.