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Velay

Xabier Ugarte, el carcelero de Ortega Lara, a su llegada a Oñate.

Xabier Ugarte, el carcelero de Ortega Lara, a su llegada a Oñate. EFE

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Las recientes pruebas de ortografía puestas a examen de oposición en la Guardia Civil, nos traen a la memoria palabras casi olvidadas. Aquellos términos oídos en nuestra casa o pueblo -Cigales como es mi caso- son breves momentos de recuerdos felices, ante tanta zozobra de la actualidad. "Velay" es un todo un resumen de varias expresiones: “míralo ahí” o “se veía venir”, por ejemplo.

Agosto es un mes de mierda

El titular podría ser un gesto de mal gusto hacia las personas que vacacionan y descansan estos días. No es esa mi intención, ni mucho menos. Día a día, mes a mes, año a año, las víctimas del terrorismo recordamos nuestro atentado con el aniversario de otros. Sentimos, vivimos, olemos, «disfrutamos» de un asqueroso insomnio con las imágenes de aquél mal día. Este hecho se ve agravado cuando un etarra, sea en versión asesino, secuestrador, informador, miembro de un comando de apoyo o cualquier otra figura del delito de terrorismo, es recibido en su localidad como un héroe.

Hace unos años, don Francisco José Alcaraz contaba:

—Dentro de poco los etarras irán saliendo de prisión sin haber colaborado con la justicia, llevando la cabeza alta y serán recibidos con veneración por sus vecinos.

Pensé que Francisco José exageraba un poco. Equivocado, muy equivocado estaba yo, tras conocer la sangría de liberaciones a miembros de ETA, bajo la llamada vía Nanclares. Rubalcaba, fallecido recientemente, estableció un plan de salida de prisión de esos terroristas. Los delincuentes debían de firmar un pequeño texto donde mostraban simples y patéticas disculpas, sin colaborar con la justicia ni pedir perdón a víctimas. A cambio, la libertad.

Las semanas de agosto son las peores. Se celebran las fiestas patronales en muchas ciudades y pueblos de las provincias vascongadas. Allí, desde hace años, pero cada temporada más envalentonados, se enaltece a ETA, a sus componentes, miembros y los ominosos atentados cometidos contra todos los ciudadanos. ¿Qué han hecho? Velay.

Ni el PSOE ni el PP

Los años del gobierno de Rodríguez Zapatero fueron horribles. Estamos conociendo los comentarios escritos por los terroristas de aquellas negociaciones entre el representantes del Ejecutivo y los etarras. No dejaron de matar ni cesaron en las negociaciones durante ese periodo de tiempo. Es más, la persecución de los delincuentes sufrió un descenso notable, ya que era una exigencia de la banda. Se ha llegado a desvelar algún aviso de operaciones de la policía francesa para evitar alguna detención. ¿Puede ser más viles? Sí, claro, es solo cuestión de tiempo.

La debacle electoral llevó al PP a la Moncloa. Sus promesas de ilegalizar al brazo político de la banda terrorista se diluyeron como un helado dentro de un microondas a toda potencia. El expresidente socialista se reunió con el ministro del Interior durante toda una tarde. ¿Qué explicó allí? ¿Por qué no realizó dicha comunicación ante el Jefe de Gobierno? Tenemos hurtada la verdad de aquellas horas. Velay.

Los pactos del terrorismo

España está en una encrucijada muy peligrosa. Los terroristas llevan años utilizando zanahorias con armas y explosivos para conseguir sus fines. Las formaciones políticas se encaman con ellos en fotografías de comidas, cenas, reuniones, abrazos e incluso salen con ellos a tomar vinos por la calle. Hay fotografías que apoyan esta afirmación.

Representantes electos del PSOE y PP han compartido esas actividades, sin recordar que pisotean la memoria de víctimas del terrorismo, algunos de los cuales eran afiliados referentes en su partido político. Los Ilustrísimos Señores Ernest Lluch, Miguel Ángel Blanco Garrido, Gregorio Ordóñez, incluso el héroe vivo José Antonio Ortega Lara ven lastrado su sacrificio y esfuerzo por los más viles bastardos de la actualidad.

Gobiernos municipales, autonómicos y nacionales necesitan de pactos entre los miembros electos. Ninguna de las dos formaciones mayoritarias iniciaron el proceso de ilegalización de Bildu; ninguno de ellos forzó «máquinas» para resolver los más de 300 asesinatos pendientes de justicia provocados por terrorismo. Esos fallecidos, heridos, familias, amigos y compañeros precisan de algo tan simple como es el esclarecimiento de todo. ¿Que están haciendo los partidos?

Se echan la culpa unos a otros de la inacción con la boca pequeña, chiquitita, apenas audible. El Gobierno va a instar a la Fiscalía a investigar algunos homenajes. ¿Creíble? No, ni de coña. Van a optar por el apoyo de los bilduetarras para gobernar en Navarra y una previsible anexión a la comunidad autónoma vasca. Velay.

La esperanza es lo último que se pierde

La aparición de Vox significa un soplo de aire fresco. Sus principios son claros contra el terrorismo y separatismo. Fe de ello son las acciones judiciales contra el golpe de estado ocurrido en Cataluña. Eso nos hace volver a confiar en alguien con un principio fundamental:

Rendirse no es una opción.

El resumen de todo es una simple palabra: velay.