Blog del suscriptor

Cristalizan en adoquín

Santiago Abascal, presidente de Vox.

Santiago Abascal, presidente de Vox.

  1. Blog del suscriptor
  2. Opinión

El resultado de los pactos de legislatura e investidura han dado paso a una nueva era en la Junta de Andalucía. Allí ha gobernado 36 años de manera ininterrumpida “la PSOE” -como dicen popularmente-. Viento de cambio, gracias al Partido Popular y al apoyo de VOX, para que Ciudadanos gobierne en coalición. Véase que estos últimos hablan como si fueran los primeros e insultan a la formación política recién llegada, siendo los terceros.

Uno de los temas más chirriantes es la falta de conocimientos que han exhibido dos mujeres en el parlamento andaluz. Se han atrevido a realizar afirmaciones más propias de personas miserables que de muy dignas representantes de los electores.

Una de ellas, licenciada en Derecho, realizada la carrera en 10 años, doblando el tiempo habitual de los cursos, utilizó el término “terrorismo” para aparejar el adjetivo “machista”. Se debe acudir a la definición más completa:

Forma violenta de lucha política, mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general.

¿Cómo puede una licenciada en Derecho meter la pata de esa manera? Quizá el antecedente más cercano fue negar el reconocimiento el día anterior, cuando se citó a Martín Carpena y Jiménez Becerril, ambos asesinados por ETA; esa banda terrorista que mató a más de 850 personas en España, incluidos compañeros de la PSOE como Ernest Lluch, ex ministro de Sanidad o Fernando Múgica, hermano de Enrique, quien fuera ministro de Justicia en gobierno socialista. Silente, callada, sin aplaudir, como el resto de la bancada de ese partido.

Puede que esté lastrada la formación de izquierdas, al ser apoyada por los amigos políticos de los etarras, manteniendo como presidente del gobierno a Sánchez Pérez-Castejón. ¿Qué coste tiene el apoyo del entorno etarra a su partido? Costoso, inmensamente caro, pero no tanto como la desvergüenza demostrada en el parlamento andaluz el pasado día 16.

Repasando los discursos de otra parlamentaria, volvimos a sentir la mayor repugnancia posible:

        —El pistolero de Bilbao -en referencia al líder del partido Vox.

La señora María Teresa Rodríguez-Rubio Vázquez, al parecer licenciada en filología árabe y profesora de Enseñanza Superior Obligatoria en las materias de Lengua y Literatura española, tiene un desfase de conocimientos sobre terrorismo. Tildar con ese apodo a Santiago Abascal Conde es un signo más del odio a las víctimas del terrorismo. Debería saber, a tiempo está para conocer por medio de la hemeroteca, que la familia Abascal lleva 3 generaciones, 3, sufriendo amenazas y actos terroristas contra sus propiedades.

Una parte de la ideología de la señora Rodríguez-Rubio Vázquez se declara “animalista”; debería conocer que la banda terrorista ETA pintó los caballos del señor Abascal Escuza, padre de Santiago, con amenazas de muerte a la familia. El joven Santi tomó posesión de su puesto electo de concejal en Llodio (Álava) rodeado de simpatizantes de ETA que amenazaban su persona.

Es usted mujer y está embarazada, quizá entenderá cuan bonito resulta asistir al nacimiento de los hijos. Santi estaba acompañado de sus escoltas en el paritorio cuando nacieron sus dos primeros hijos. ¿Amistad? No, señora, seguridad ante la amenaza real e inminente contra él.

Santi tiene licencia de arma corta, necesaria para ejercer su autoprotección ante etarras, asesinos y personas que amenazan su vida, como tantas veces hicieron antes; quizá sea precisa esa medida, dado que el ministerio de Interior, en lugar de retomar las labores de escolta, destina esa seguridad a otros personajes amigos de terroristas de la misma banda.

A esta pareja de mujeres, cuya formación cultural está por demostrar, según las últimas declaraciones reveladas por ellas mismas, les haría falta recordar a María Begoña Urroz (1960), de año y medio, Silvia Martínez Santiago (2002), de seis años de edad, junto a las otras 55 mujeres asesinadas por ETA durante 42 años, 42, en España.

Los políticos tienen un nivel muy bajo en este país nuestro. Se aprovechan de su posición en el parlamento, como es el caso, para lanzar acusaciones tan rastreras y miserables que tienen difícil superar su propia indignidad personal.

Las formaciones políticas tienen diferentes pactos y amistades con las sabandijas que apoyaron durante años el terrorismo de ETA. Algunas víctimas están abandonando la PSOE. Pocas me parecen. Es más, los afiliados y votantes, en su mayoría, me parecen con una inteligencia bastante superior a sus dirigentes. En las próximas citas electorales deberían derivar el voto a otras formaciones donde la indignidad no fuera una bandera, una seña de identidad o una pieza de convicción.

Respecto a la asignatura de terrorismo se hacen dignas de una calificación de muy deficiente, “cum laude”. Como dice don Federico Jiménez Losantos:

        —Hay personas que cristalizan en adoquín.