Desde el punto de vista cinematográfico, hablar de las mejores películas que se han visto a lo largo de un año, es un ejercicio tan subjetivo e inabarcable como personas hay en el mundo. Todo es cuestión de gustos, y el mío no es ni mejor ni peor que el del resto, no obstante me atrevo a hacer este ejercicio en pos del sano debate y curiosidad que puede conllevar a quien lo lea.
Lo primero que tengo que decir del 2018 es que es un año donde claramente, y esto hacía tiempo que no me ocurría, he podido presenciar tres obras maestras incontestables.
Lo hago por el orden en que fueron estrenadas. La primera: “Custodia compartida”, una película que se ve con un nudo en el estómago, que engarza el realismo más absoluto con el mejor thriller. “Cold War” una arrebatadora historia de amor que es un continuo hallazgo estético y argumental. Por último “Roma” esa historia familiar capaz de llegar a lo más profundo del espectador por su forma y por su fondo.
Se trata de tres films (dos de ellos en blanco y negro) que anteponen el realismo al artificio y que son una constante llamada a la emoción del espectador a través de sus historias y sus personajes. Todo un contrapunto a la invasión de pirotecnia y superhéroes tan de moda en los últimos años.
A parte de estas tres obras magnas, otras pueden ser consideradas como sobresalientes y seguidoras en cierta medida de este tipo de cine, hablaríamos de “The rider” donde realidad y ficción se funden en una delicada pieza de cámara, triste y emocionante. “Lucky”, el testamento cinematográfico y vital de Harry Dean Stanton tan veraz como luminoso. “El insulto”, excelente drama social donde una anécdota concreta desencadena una escalada de tensión sin límites. “120 pulsaciones por minuto” que nos muestra una visión combativa, emocional y reivindicativa de los primeros años del SIDA en Francia.
No obstante, el cine norteamericano y anglosajón también ha dado algunas pinceladas de talento con obras también sobresalientes y de gran interés como “El hilo invisible” un film elegante con un halo de belleza, sensibilidad y misterio nada convencional. “Lady Bird” un fresco relato del final de la adolescencia lleno de humor y emoción. “Call me by your name”, esa joya delicada y bellísima donde el paisaje y los sentimientos son igual de puros y reales. “Hereditary” un film de terror insano hecho con talento y originalidad desbordantes. Por último “Ready player one” monumental y acertadísima visión de Spielberg del futuro inmediato que nos espera.
Resumiendo, un buen puñado de películas que destacar, llenas de momentos para rememorar y que a mí me han hecho más placentero un 2018 al que desde el punto de vista de espectador, le pongo una muy buena nota.