Blog del suscriptor

El ejemplo de un político

Jordi Cañas

Jordi Cañas

  1. Blog del suscriptor
  2. Opinión

Los humanos nos comportamos usando las reglas de la imitación, tal y como sucede con los primates; para bien o para mal, tendemos a seguir los comportamientos de aquellos a quienes más valor otorgamos, lo cual va cambiando según los momentos de la existencia. Por esa razón, nuestra actitud es pública e influye en alguien. Este ejemplo ético que aportamos a los demás, en nuestro transcurrir vital, ha sido valorado por diferentes pensadores -desde Spinoza y Kant hasta  Savater  y Gomá, entre otros-, siendo uno de esos “ideales o mitos”, descritos en el “Sapiens” de Harari, que sirven de cemento para el desarrollo social del Homo sapiens.  

Es evidente la importancia de que cada uno se comporte con ejemplaridad, siendo más determinante en los que asumen mayores responsabilidades, como nuestros políticos y gobernantes. Los casos de corrupción pueden llevar a pensar si son una anomalía temporal de nuestra sociedad o un reflejo de lo que somos, aunque muchos ciudadanos consideran que es algo connatural a la propia política. En cualquier caso, la política es una actividad humana y los humanos somos corruptibles. Como decía Karl Popper, el error (póngase aquí corrupción) siempre va a existir, lo que hay que conseguir son sistemas de detectarlo a tiempo y aprender de ello.

No obstante, la frecuencia de la corrupción (aderezada con la resistencia habitual en asumir responsabilidades) no fragua un buen ejemplo y es un grave problema, pues una sociedad sin referencias éticas en sus dirigentes es como un barco sin timón: encalla o naufraga. Por eso, se debe ensalzar cuando sucede lo contrario; no sólo que un político no robe, no delinca, sino que a lo menor sospecha actúe para limpiar su imagen, independiente de cuan arriesgada y dura sea esa opción. Este es el caso de Jordi Cañas Pérez.

La vida política de Jordi Cañas ha estado totalmente vinculada a Ciudadanos, en cuya Ejecutiva entró en 2007 y tras las elecciones catalanas de 2012 fue designado portavoz del grupo parlamentario, convirtiéndose en el gran azote de los independentistas y en icono de la nueva política, con una fuerte presencia en debates y columnas periodísticas. Su trabajo incansable, agudas respuestas y carisma fueron el complemento ideal de Albert Rivera, en aquellos duros años de la travesía por el desierto político; a su vez, los vídeos de sus intervenciones se hicieron virales, atrayendo la militancia en Cs. Sin embargo, todo esto se resquebrajó cuando, en enero de 2014, el TSJC le imputa junto a su entonces pareja, el hermano de esta y ocho personas más por defraudación en el impuesto de sociedades del ejercicio de 2005. La respuesta de Jordi fue drástica e inmediata; aunque los temas denunciados no sólo no tenían nada que ver con su papel en la política, sino que eran anteriores a la propia existencia de Ciudadanos. Así, renunció al puesto en la Ejecutiva de Cs y al escaño de diputado en el Parlament de Cataluña, pasando a ser simple afiliado y volcándose en demostrar su inocencia y limpiar su imagen.

Obviamente, la noticia se utilizó por diferentes medios para denostarle, sin considerar los hechos denunciados, ni la respuesta dada. Sin embargo, cuatro años después, el 6 de febrero de 2018, el TSJC declaró inocente a Jordi Cañas Pérez de todos los cargos por los que había sido imputado. Estos cuatro años fueron un infierno personal para Jordi, aunque la fortaleza de carácter y su fe en el Estado de Derecho le animaron a seguir con el ideal de Cs. En páginas de opinión y tertulias televisivas, mantuvo la coherencia ideológica, no sólo frente a lo locura del procés, sino también respecto a los populismos emergentes. Fiel a sus principios, en el último Congreso Nacional de Ciudadanos, se convirtió en portavoz de la plataforma “Mejor Unidos” y junto con el diputado autonómico Sergio Sanz defendió, en debate con Albert Rivera y Juan Carlos Girauta, la necesidad de que Ciudadanos siguiera recordando en su Ideario los orígenes basados en el liberalismo y el socialismo democrático. Aunque finalmente sólo se mantuvo la mención al liberalismo, ambos aceptaron con deportividad el resultado y se fundieron en un abrazo con sus “Brothers in Arms”, Rivera y Girauta.

Durante estos años, debieron ser muchos los momentos de dudas y sufrimiento, especialmente cuando era consciente de la incapacidad de empatizar que mucha gente demostró con el sufrimiento, de quien trata de defender su honorabilidad. Entonces, según algunos, Jordi era un lastre para Cs; ahora, sin embargo, es su mejor argumento de cómo se deben resolver éticamente los problemas en política.

No sólo es imprescindible que Jordi vuelva a la primera línea en Ciudadanos, sino que la política, la sociedad, todo aquello que nos hace humanos, necesita de Jordi Cañas Pérez como referente del vivir con dignidad.