Opinión

Ana Orantes y el maltrato

Ana Orantes fue asesinada por su exmarido días después de denunciar su caso en televisión. Ahora se cumplen 20 años del asesinato machista que cambió la percepción sobre la violencia de género.

Ana Orantes fue asesinada por su exmarido días después de denunciar su caso en televisión. Ahora se cumplen 20 años del asesinato machista que cambió la percepción sobre la violencia de género.

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Ana Orantes Ruiz nació en Granada en 1937. Tenía 19 años cuando conoció a José Parejo Avivar en una celebración. José era un hombre muy celoso pero debido al romance este aspecto quedó en segundo lugar para Ana. Se casaron tres meses después de conocerse y se mudaron a la casa de los padres de él.

Tres meses después de casarse se produjo el primer ataque de muchos que sufrió Ana durante los 40 años de matrimonio en el que tuvieron ocho hijos. José Parejo le pegó por que ella "le molestó" comunicándole que acababa de volver a casa. El suegro de Ana reprendió a su hijo golpeándolo a su vez, mientras que su suegra, Encarnación Avivar (una mujer ya conocida por ser violenta) mantenía una actitud completamente diferente: "La bese o le pegue, no es asunto nuestro".

Ana vivió cuatro décadas sometida a un marido que nunca la había querido y para el que no era más que una pertenencia, un objeto a su servicio. Éste le propinaba palizas siendo cualquier motivo "razón suficiente" para ello (como hacer la cena muy caliente o demasiado poco).

No sólo ella vivió esa suerte. Sus hijos habían crecido entre maltratos y abusos, además de ser testigos directos de las crueldades de su padre. Francisco, el menor de todos los hermanos, intentó arrojarse por la ventana a la edad de siete años. Ana, la segunda, precipitó su boda y se casó con 14 años por dejar de ver a su padre y evitar que la violase (algo que intentaba desde que ésta tenía 8 años). En cuanto pudo, Ana auxilió a algunos de sus hermanos: se llevó a Charo con 12 años y a Jesús con 14. José se casó con 17 años, Alberto con 18 y Rafael con 20 (siendo el que más tiempo soportó).

Tras denunciar la situación en reiteradas ocasiones, la mujer consiguió que una sentencia judicial la separara de su marido en 1995, aunque el fallo la obligó a seguir conviviendo con el hombre: ella vivía en el piso de arriba del chalé con sus dos hijos no emancipados, y su exmarido en el de abajo.

Evidentemente, como Ana se alojaba en el piso superior de la vivienda y el agresor permanecía en la planta baja, el acoso y los malos tratos continuaron. Así pasaron dos años en los que, según manifestaron posteriormente los vecinos, las agresiones, peleas y discusiones entre ellos habían sido frecuentes a pesar de las denuncias que la mujer interponía contra su exmarido. Tras divorciarse de su marido, Ana acudió valientemente el día 4 de diciembre de 1997 al programa de Canal Sur De tarde En Tarde, presentado por Irma Soriano, para dar testimonio de su situación. Allí, habiendo venido acompañada por su hija menor Raquel - sentada ésta en la grada de los espectadores -, relató con una firme entereza, a la vez que de manera sobrecogedora, como habían sido sus cuarenta años en un matrimonio plagado de humillaciones, calvario y maltratos.

Afirmó que la agredía con continuas palizas, la forzaba "borracho" a mantener relaciones sexuales, la insultaba constantemente y que con el paso de los años le prohibió visitar a su familia. Además de, entre otros perturbadores recuerdos, alegó la ya comentada violencia que su exmarido ejercía contra sus propios hijos. Fechorías que las ejemplarizó, aparte de violentarlos corporalmente, con sus expulsiones del hogar familiar a temprana edad e incluso con intentos de abuso sexual hacia algunas de sus hijas, a base de tocamientos en las piernas.

Presentó ante todo el país una realidad que muchas otras mujeres sufrían pero que no se atrevían a mencionar.

La entrevista fue muy comentada por los vecinos y provocó las iras de su exmarido. Según varios testigos que declararon ante la Guardia Civil, él prometió vengarse.

Más tarde, vecinos de la localidad granadina aseguraron que la víctima temía por su vida en los últimos días después de haber aparecido en televisión, y que incluso había comentado a la pescadera algo como "me comeré las gambas esta Navidad si es que sigo con vida". El miércoles 17 de diciembre de 1997 hacia las 14:00h, catorce días después de la emisión de esa entrevista televisiva, José Parejo llevó a cabo su venganza (por lo que él consideraba "un acto de rebeldía" y una afrenta de su exmujer). Después de darle tal paliza a Ana que la dejó inconsciente, la ató a una silla en el patio del domicilio familiar (en la calle Serval en Cúllar Vega), la roció de gasolina y la quemó viva delante de uno de sus hijos menores, de 14 años que volvía del colegio en ese momento y que fue quien alertó a los vecinos y estos llamaron a la policía. Cuando la Guardia civil llegó y apagó el fuego sobre Ana, ya no pudo hacer nada por ella. Ana tenía 60 años. Fue condenado a 17 años de cárcel.

Teléfono contra la violencia de género: 016.