Opinión

Si Rajoy fuera leal a su país

Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados.

Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. Reuters

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Sé que es un imposible. Sé que Rajoy es prisionero de las cadenas que Napoleoncito Aznar dejó en su testamento al PP justito en el momento en que decidió que era mejor negocio continuar explotando la partitocracia cleptocrática made in Guerra & Felipe, que meterles en la cárcel por una docena de delitos flagrantes. Pero no me vale. Un país puede superar a un conglomerado que se financia de forma mafiosa (PSOE, PP, CiU, PNV...). Pero es muy complicado sobrevivir a la deslealtad de sus gobernantes.

ZP inauguró la deslealtad nacional como estrategia de gobierno. ¡Manda huevos!, cuando resulta que arribó al poder mediante ese atentado trufado de misterios que convirtió a España en un macro escrache al PP durante tres días, pero que dejó de interesar en Progrelandia en el momento en que ganó las elecciones este tipo, que posiblemente atesora el menor coeficiente intelectual que uno pueda llegar a imaginar presidiendo un país. Pero en Progrelandia todo vale si lo vende un progre. Prostituirse ante una ETA moribunda. Impulsar un Estatuto separatista. O negar que había crisis dejando 5 millones de parados.

Y Rajoy sigue enfangado en la misma deslealtad, creyendo que el cambio de viento en la economía le va a servir de escondite. No alteró ni un ápice el acuerdo con ETA, sino que lo ha respaldado hasta las trancas. Y no ha frenado el golpe de estado catalán, sino que lo ha estado financiando.. y sigue en ello.

Si Rajoy fuera leal a su país, renunciaría a su cobardía crónica, confesaría lo que ya sabe, o sea, que estamos ante un golpe a la España constitucional, y propondría una serie de medidas apoyadas en su inmediata dimisión. Esta es la declaración que a mí me gustaría oír:

"Señores, España está en peligro. Y no sólo por el golpe de Estado en Cataluña, sino porque éste sería imposible sin cómplices nacionales, y el golpe es la consecuencia del permanente intento de expulsar de la vida pública a mi partido y a la gente que nos vota. Denuncio la deslealtad permanente del PSOE, partido que es capaz de renunciar al gobierno de municipios y autonomías con tal de no tener que ser votado por el PP, prefiriendo que asuman el poder partidos que buscan la ruptura de España. Desde aquí instamos al PSOE, en estos momentos de golpismo, a romper cualquier apoyo a partidos rupturistas, o sea, nacionalistas y Podemos.

Como quiera que yo y mi partido somos parte del problema, empezaré por confesar que TODOS los partidos nos hemos estado financiado con prácticas indebidas desde el inicio de la Transición. Todos hemos sido cobardes a la hora de afrontar esa realidad, y por ello anunció mi inmediata dimisión y la de todos aquellos que pudieran haber tenido responsabilidades financieras directas o indirectas en el PP en los últimos 30 años, dimisiones que se harán efectivas antes de las próximas elecciones, antes de las cuales propongo las siguientes medidas, algunas de ellas conllevarán reforma de la Constitución, para enderezar el rumbo de España:

1- Intervención inmediata y total en Cataluña para destruir el entramado de adoctrinamiento que se lleva construyendo durante décadas, incluyendo presencia del ejército para sofocar los previsibles altercados del separatismo radical. La estrategia de pasteleo a la que nos empuja el PSOE es inadmisible.

2- Garantía de seguridad jurídica absoluta a las empresas catalanas, para que puedan volver de inmediato.

3- Fin de las subvenciones a partidos, sindicatos y patronales. Que cada organización viva de sus afiliados.

4- Cambio de la ley electoral para acabar con las macro diferencias en el precio de votos por escaño. Listas abiertas. Derecho a voto, únicamente, de los que aportan dinero al erario público más los funcionarios. Quien, en los 8 años anteriores a cada votación, ha recibido dinero del Estado en vez de aportar, no tiene derecho a voto. El Erario lo deben administrar quienes aportan el dinero.

5- Dividir el presupuesto entre municipios. Las autonomías deben manejar el menor presupuesto posible. Los alcaldes son mejor fiscalizados por los ciudadanos.

6- Prohibidos partidos contra la propiedad privada, fascistas e independentistas.

7- Fin de las subvenciones a la inmigración musulmana, y cierre de todas las mezquitas salafistas hasta que en Arabia se puedan erigir Iglesias cristianas.

8- Expulsión inmediata de la vida política de quien quiebre su juramento o promesa de lealtad a la Constitución.

Yo, Mariano Rajoy, me comprometo a que mi partido, ya sin mí, proponga todas estas medidas y otras, para garantizar la solidez del estado ante ataques futuros."

P.D: Sé que es un imposible convertir a un pusilánime pasota como Mariano en un adalid de España. Pero otros vendrán a limpiar este desastre al que se nos está abocando. Evidentemente este artículo propone solamente parte de las medidas a adoptar. Hay otras muchas que no caben en un artículo, sobre todo económicas.