Hoy es un día de los más tristes que se puede echar cualquiera a la cara. Ha fallecido una persona de bien, un buen hombre, padre, amigo, luchador y víctima del terrorismo. Se nos murió Fernando.
El 6 de septiembre de 1980 ETA mató a su padre, el capitán de la Policía Nacional Basilio Altuna Fernández de Arroyabe, en la localidad alavesa de Erentxun. Sus asesinos nunca fueron juzgados; los avances en las investigaciones se desconocen, al igual que más de 300 asesinatos terroristas cometidos por ETA.
Sí, TERRORISMO. En España, hasta hace menos de 10 años, unos TERRORISTAS de una banda llamada ETA se dedicaron a matar a personas por el mero hecho de pensar, trabajar, vivir o sentirse españoles.
Sí, TERRORISMO. Sólo hay un día en el calendario donde la banda ETA y otros terroristas no pudieron matarnos.
Sí, TERRORISMO. Esa palabra que parece un tabú decir en voz alta. Los amigos de los TERRORISTAS, que en otros lugares serían llamados el “brazo político”, gobiernan Ayuntamientos, participan en Diputaciones, Juntas Generales, Comunidades Autónomas y Cortes Generales de España.
Sí, TERRORISMO. Es el argumento que usan a día de hoy conglomerados en la Comunidad Autónoma Vasca y en su vecina Navarra, para infringir, amenazar y coaccionar a ciudadanos.
Sí, TERRORISMO. Miembros de COVITE, Fernando entre ellos, alzaron carteles llamando ASESINOS a más de 300 individuos en Alsasua (Navarra), donde unos guardias civiles habían sido agredidos, incluidas sus parejas sentimentales, por cachorros TERRORISTAS en una cafetería. ¡Con un par, Fer!
Siempre recordaré a Fernando y los ratos compartidos en el Café El Comercial -ya cerrado después de 128 años de historia- del barrio madrileño de Chamberí. Su facilidad de trato, humanidad, gusto por el Atlético de Madrid, donde acudía con su hijo Iñigo, Altuna Txiki. ¡Hasta a mí me gusta un poquito el Atlético tras conocer a Fer!
Hoy, el gran Fernando, ha ido a hacer compañía a su querido padre. Ambos, desde el Cielo de los Justos, estarán observando nuestras acciones; animando las iniciativas para luchar contra el olvido, la desmemoria, la injusticia y reclamar la dignidad frente al TERRORISMO.
Echaré de menos sus agudos comentarios en redes sociales y la voz, algo ronca por mor del fumeque, dándonos ánimos unos a otros para no cejar en nuestra modesta lucha contra el TERRORISMO.
Y tuvo que ser el mismo día que el Atlético de Madrid jugaba un partidazo de Copa de Europa. Siendo de corazón Madridista dije en la segunda final contra el Atlético:
-Que sí, Fernando, espero que ganéis vosotros... ¡merecéis una alegría!
Me niego a decir que nos ha dejado. Siempre, al menos para mí, estará al lado, en otra posición y ubicación.
-Querido Fernando, amigo, siempre estaremos juntos luchando contra el TERRORISMO.
Don Fernando Altuna Urcelay, víctima del Terrorismo, descanse en Paz.