Carla Acedo, en Kentya Madrid.

Carla Acedo, en Kentya Madrid.

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Carla Acedo, la joven aragonesa que sorprende a Madrid con su restaurante: "La gente valora la calidad y el trato cercano"

A sus 22 años cuenta con una gran experiencia y desde septiembre lidera Kentya Madrid, el restaurante del que son socios sus padres junto a los hermanos Fran y Pedro Mendivil.

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Zaragoza
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Para el éxito no hay una fórmula escrita, pero si la hubiera, la vocación y la pasión serían ingredientes imprescindibles. Sobre todo en oficios como la hostelería, que requieren de sacrificio, ganas y entrega. Ilusión por los cuatro costados es lo que emana Carla Acedo, una joven aragonesa que con tan solo 22 años lidera un exitoso restaurante en Madrid.

Desde pequeña se ha criado entre barras y fogones, ya que sus padres, Iván Acedo y Eloísa Artal, son dos hosteleros de referencia en Zaragoza como propietarios de los restaurantes Selvatik, Aura Restaurante, Bunkerbar, Kentya y La Embajada. Así pues, con esa herencia en los genes, desde septiembre Carla es la encargada de Kentya Madrid, un establecimiento que abrió en abril, siendo el primer proyecto de la familia fuera de Aragón y del que también forman parte los hermanos Fran y Pedro Mendivil.

“Mis padres me han inculcado la hostelería y siempre me ha encantado. Cuando fallaba el cocinero o el camarero yo iba a ayudar. Desde los 16 años me ha tocado ponerme a limpiar, a cuidar niños, de camarera o de cocinera. Sé todo lo que hay detrás de un restaurante”, explica la joven.

Entre todos sus recuerdos figura uno muy especial. El mismo día que Selvatik abrió sus puertas, con restricciones por la pandemia, apenas había gente en el local y Carla, dispuesta a cambiarlo, cogió un uniforme de monitor y salió al parque de detrás. Anunció a las familias con niños que había abierto un nuevo restaurante con juegos y que les invitaba a jugar gratis. En media hora había más de 50 niños dentro.

Un buen reflejo de que, pese a ser algo heredado, Carla Acedo disfruta mucho de su trabajo. “Ves a todo el mundo sonreír en sus mejores momentos, la gente es muy agradecida”, valora.

Carla Acedo en la redacción de EL ESPAÑOL DE ARAGÓN.

Carla Acedo en la redacción de EL ESPAÑOL DE ARAGÓN. E.E.

Más allá del talento para el oficio, Carla tiene a sus espaldas una experiencia envidiable para su edad, tanto en el mundo hostelero como en el trato con la gente: “La formación es lo que he mamado de mi familia desde pequeña, pero he tenido otros trabajos. Este verano estuve cuatro meses en una agencia de villas y yates en Ibiza y me ayudó mucho a tratar con clientes de alto nivel, ya que alquilábamos casas de 130.000 euros la semana”.

En este punto, Carla Acedo destaca sus vivencias en el extranjero también en Londres de au pair, Milán o Shanghái, donde estudió unos meses de la carrera de Marketing y negocios digitales en ESIC: “Te abre mucho la mente para saber qué es lo que le gusta a cada cultura y eso me ayuda en el restaurante. Cuando viene gente italiana, sé cómo tratarles, al igual que con los asiáticos, que son personas más especiales y sé que el agua no les gusta fría. Esos detalles les importan”.

El paso a Kentya Madrid

Valiente, ambiciosa y muy trabajadora, su padre confió en ella para ser la encargada de Kentya Madrid y plasmar la esencia de la familia también en Madrid. Un sello que se caracteriza por el mimo al cliente. “Cuando llega una persona le pregunto qué tal está su perro o qué tal fue su operación y a la gente le encanta llegar a un restaurante y no ser un número, sino ser una persona y tener un trato mucho más personal”, afirma.

Restaurante Kentya Madrid.

Restaurante Kentya Madrid.

En concreto, Carla lleva al frente desde septiembre y se muestra “súper contenta”. Además, tras la vuelta de las vacaciones de verano, ha notado que “la gente tiene ganas de probar cosas nuevas” y han recibido muchos clientes nuevos que ya son fieles.

Carla Acedo es la responsable de un equipo de 12 personas y aunque al estar con gente mayor “a veces es complicado que respeten a una niña de 22 años”, señala que van viendo que si hace falta ella se pone en la cocina o a limpiar y lo valoran. “Estoy siempre dispuesta a hacer lo que sea para que el trabajo salga bien”, subraya Acedo, que elogia la profesionalidad de los suyos.

Arroz de Kentya Madrid.

Arroz de Kentya Madrid. @kentya_madrid

Calidad, originalidad y trato cercano

La competencia en restauración en Madrid es mayor, sobre todo, en un barrio como el de Salamanca, donde se ubica Kentya Madrid (calle de Lagasca, 48), y por ello, para triunfar es vital diferenciarse del resto.

Para Carla, son los productos que ofrecen los que hacen especial a Kentya Madrid: “Servimos todo muy simple y limpio, sin manipular. Son alimentos de calidad, no usamos salsas ni procesados. Así, el protagonista de la mesa es solo el producto”.

Una materia prima que lleva por bandera Aragón. Desde las verduras y los tomates a las cervezas Ámbar o los vinos de la D.O. Somontano. “A la gente le gusta mucho, alucina con el producto aragonés”, asegura la hostelera.

Tomate aragonés de Kentya Madrid.

Tomate aragonés de Kentya Madrid.

De hecho, uno de sus platos estrella es ese tomate, de aproximadamente un kilo y que llama mucho la atención. Ocupa un papel tan importante en el restaurante que incluso hay uno en el centro de cada mesa como parte de la decoración. También sus arroces como el de chuleta de vaca madurada o las carnes y pescados a la brasa.

Otro de los aspectos que destaca Acedo es la presentación de sus platos, ya que da mucha importancia a que estos tengan una puesta en escena única, que invite a subirlo a redes sociales o que haga reírse al cliente. “Tenemos un postre muy divertido que lo servimos en un inodoro. Lo llamamos el trono de oro. El postre se llama ‘caca-o real’, lleva chocolate, una mousse de mango, una galleta cookie, una mousse de chocolate y después le ponemos palomitas, lotus y pistachos. Rompe el hielo y hace que todos se rían”, resume.

Pese a los platos originales y deliciosos y un ambiente elegante, la mayor virtud de Kentya Madrid es el trato al cliente, que cada vez que atraviesa la puerta se siente como en casa y no duda en repetir.

Gracias a ello, se han ido dando a conocer y la encargada confiesa que lo que más les ha promocionado ha sido “el boca a boca”. “Para mí es muy importante no decir que no a nadie, aunque sea a las 16.00 o si el restaurante está lleno, porque si no estás perdiendo un posible cliente fiel”, entiende Acedo.

Lo que está claro es que Kentya Madrid se ha hecho un hueco en la capital y ha conquistado a un público diverso, desde empresarios aragoneses, a los que la hostelera agradece enormemente su apoyo desde el inicio, hasta algunos rostros conocidos de diferentes sectores, entre las que destacan Pedro Piqueras, Ester Expósito, Chino Darín, Riqui Puig o Carmen Lomana, así como tiktokers o influencers.

Diferencia con Zaragoza

Atender a algunas celebridades es una de las diferencias de la hostelería en Madrid con respecto a la de Zaragoza. Sin embargo, la joven aragonesa encuentra otras muchas.

En concreto, a nivel de equipo cuenta que en Zaragoza “es más fácil hacer familia”, y, en su caso, al contar con 5 restaurantes, si una vez falla alguien en uno, se puede contar con otro. “En Madrid tienes más la necesidad de tener a la gente, porque no cuentas con esa cartera de contactos y eso también te pasa a nivel proveedores”, explica.

Carla Acedo, en Kentya Madrid.

Carla Acedo, en Kentya Madrid.

En cuanto a los clientes, en Madrid “son más exigentes” y si una vez hay un error, ya no vuelven. Eso sí, a Carla no se le olvidará nunca la propina que un día le dejaron unos buenos clientes de Mónaco: “Se pidieron una botella de vino de 1.800 euros y al final dejaron 2.100 euros de propina. Fueron 500 euros para cada trabajador que fue ese día, que era domingo”.

En definitiva, con sus 22 años, Carla dejó atrás miedos o dudas y afrontó el reto, que considera como “su máster”, para demostrar a sus padres que pueden confiar al 100% en ella. “Es muy importante para mí que vean que soy capaz de llevar este negocio. Estoy de lunes a domingo a tope”, ratifica.

Y aunque esté centrada en Kentya Madrid, no pierde en el horizonte su gran sueño: franquiciar uno de los restaurantes de la familia. “Mi trabajo de fin de grado de la Universidad fue sobre un plan de expansión de Selvatik y en un futuro me gustaría poder expandirlo a nivel nacional. Creo que este concepto puede estar en todo el mundo y funcionar tan bien como en Zaragoza”, finaliza Carla.