Plato de arroz meloso.
El restaurante con unas vistas de lujo en Zaragoza estrena nueva carta y menú degustación para disfrutar de la primavera
En el corazón del Hotel Hiberus, Restaurante Celebris renueva su oferta gastronómica con una carta de temporada que es todo un deleite para los sentidos.
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El restaurante Celebris invita a disfrutar de la primavera con una propuesta fresca, concebida para rendir homenaje al producto de temporada y a la creatividad sin estridencias. Esta renovada propuesta mantiene la esencia de una cocina mediterránea con alma aragonesa, combinada con técnicas de cocina de autor, que en esta época del año llenan de color los platos.
Como en cada temporada, el equipo de cocina liderado por el chef Julio Zarza y la atención en sala del maître Alejandro Martínez conforman un tándem que eleva la experiencia gastronómica a otro nivel. La combinación de técnica, producto y atención al detalle definen el alma del restaurante Celebris.
La estacionalidad guía cada elaboración, permitiendo que se exploren sabores específicos de la primavera con alimentos en temporada de máxima calidad y arraigados a la tradición aragonesa, pero reinterpretados con una mirada contemporánea. Acompañados siempre de las recomendaciones del jefe de sala Alejandro Martínez en relación con los vinos que mejor casan con dichos platos.
La nueva carta, cuya esencia se basa en la fusión entre tradición e innovación, incorpora platos frescos , como la ensalada de tomate rosa de Barbastro que, junto al Queso Granja Perales, la longaniza de Graus o el Ternasco de Aragón I.G.P, ponen en valor la despensa aragonesa.
Ternasco de Aragón I.G.P con cremoso de zanahoria y bombones de boletus glaseados a la garnacha.
El plato estrella de la carta, terrina de Ternasco de Aragón I.G.P con cremoso de zanahoria y bombones de boletus glaseados a la garnacha ha recibido una mención especial en esta última edición del Mes del Ternasco de Aragón Asado, como propuesta en la categoría no tradicional. Este plato tan representativo se caracteriza por una carne jugosa acompañada de la suavidad de esta hortaliza junto con el boletus.
Paralelamente, se rinde homenaje a sabores internacionales con propuestas más exóticas como el lomo de atún rojo soasado con alga wakame y salsa teriyaki, y se aportan matices de alta cocina francesa a través de detalles y técnicas gastronómicas como las chalotas glaseadas en el Solomillo de vacuno y el toque sutil de la velouté que acompaña al Rodaballo al horno.
“Seguimos la línea del restaurante con productos muy reconocibles a los que solemos hacer reinterpretaciones para dar ese toque innovador. Se trata de no repetirse y buscar siempre una evolución de la cocina sin olvidar las raíces de la ribera del Ebro”, señala el jefe de cocina Julio Zarza.
Entre la selección de platos, una explosión de creatividad da forma a los entrantes. Destaca el salmorejo de aguacate sobre vieira especiada de pico de gallo. Esta reinterpretación del clásico salmorejo sorprende con un sabor intenso y una textura aterciopelada, gracias al toque graso del aguacate.
No se quedan atrás el brioche relleno de brandada de merluza y txangurro con flores de primavera y huevas de trucha y el pulpo cocinado en su jugo sobre patata revolcada y papada a baja temperatura, dos opciones idóneas para experimentar una mezcla de sabores.
Bacalao confitado con polvo de torrezno suflado y su pil-pil.
En cuanto a los principales, además de la ya mencionada, Terrina de Ternasco de Aragón I.G.P con cremoso de zanahoria y bombones de boletus a la garnacha, la carta cuenta con solomillo de vacuno con parmentier trufada, chalotas glaseadas y su salsa española. Un plato que no dejará indiferentes a los amantes de la carne.
En el terreno de los pescados destacan el rodaballo al horno sobre velouté de mejillones al cava y el bacalao confitado con polvo de torrezno suflado y su pil-pil.
Uno de los platos más demandados de la carta es el arroz meloso de espárragos trigueros con Queso Granja Perales y velo de gambones, caracterizado por su color marcado por los espárragos trigueros y la cremosidad que se funde con el toque crocante del delicado velo de gambones que lo corona.
Milhojas de fresas al balsámico y crema mascarpone.
Como broche final, el restaurante Celebris invita a hacer un hueco para el postre con el imprescindible de la temporada: un suculento milhojas de fresas al balsámico y crema mascarpone. Capas finas y crujientes de hojaldre se alternan con la suavidad de una crema mascarpone, mientras fresas maduras bañadas en balsámico aportan un contraste ácido y jugoso. El resultado es un postre que juega magistralmente con texturas y sabores, desplegando una sinfonía de frescura y dulzura.
De lunes a viernes (excepto festivos), Celebris cuenta con un Menú Mediodía que cambia semanalmente adaptándose a las necesidades de los clientes del día a día, conservando la calidad y la atención en el servicio que tanto define al restaurante. Incluye un entrante, un plato principal y postre, a elegir, por 32 euros por persona, con agua y vino incluidos. Por su parte, el Menú Degustación (disponible todos los días) permite por 47 euros disfrutar de una cuidada y representativa selección de platos de la carta, con bodega incluida.
La sala del restaurante Celebris, bañada de luz natural con unas vistas privilegiadas de la ciudad, es el escenario ideal para disfrutar de esta experiencia gastronómica donde se cuida hasta el mínimo detalle.
