
Bote de espárragos.
La deliciosa cena que conquista a los aragoneses: lista en menos de 10 minutos con un bote de espárragos
Los espárragos son muy nutritivos y bajos en calorías: apenas tienen calorías (unos 20 kcal por 100 gramos), pero están llenos de vitaminas, minerales y fibra.
Más información: La receta aragonesa que es muy fácil y rápida de hacer: lleva una exquisita salsa y es perfecta para cenar si quieres adelgazar
- Total: 10 min
- Comensales: 2
Con el calor, el cuerpo tiende a necesitar platos menos pesados, pero sigue siendo importante cenar bien para no levantarse cansado o hambriento durante la noche. Una cena rica y fácil evita atracones de última hora.
En verano, nos movemos más: caminatas, deporte al aire libre, viajes... Aportar buena proteína en la cena (huevo, pescado, pollo, legumbres, tofu...) favorece la recuperación muscular y evita la pérdida de masa magra, sobre todo si estás cuidando tu alimentación o haciendo ejercicio.
En consecuencia, en Aragón, como en otras zonas del Valle del Ebro, los espárragos en conserva son un básico en muchas casas: de gran calidad (sobre todo los de Navarra, La Rioja y Aragón), suaves y carnosos. Por ello, aprovechando un bote de espárragos puedes montar una cena fresca, rápida y nutritiva en menos de 15 minutos.
Incorporar espárragos a la dieta es una idea excelente, y no solo por su sabor fino y su versatilidad, sino también porque aporta grandes beneficios nutricionales y de salud. Estos son muy nutritivos y bajos en calorías: apenas tienen calorías (unos 20 kcal por 100 gramos), pero están llenos de vitaminas, minerales y fibra.
Además, son una fuente natural de vitamina K (importante para la salud ósea y la coagulación), vitamina C, vitamina E y folato (muy necesario, por ejemplo, en etapas de crecimiento o embarazo).
Igualmente, son muy ricos en fibra soluble e insoluble. Esto mejora el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y alimenta la microbiota (bacterias buenas) del intestino. También tienen efecto depurativo y diurético.
Los espárragos contienen asparagina, un aminoácido que actúa como diurético natural, favoreciendo la eliminación de líquidos y toxinas. Por eso se suelen recomendar en dietas para combatir la retención de líquidos o cuando buscamos sentirnos menos hinchados.
Ingredientes
1 bote de espárragos blancos gruesos (escurridos)
1 lata de atún en aceite de oliva (bien escurrido)
2 huevos camperos
1 tomate grande maduro o varios tomates cherry
½ aguacate (opcional, pero le da un toque cremoso buenísimo)
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de Jerez o zumo de limón
Sal en escamas y pimienta negra recién molida
(Opcional) Unas hojas de rúcula o canónigos
Paso 1
Cocer los huevos: Pon a hervir agua y cuece los huevos durante 9-10 minutos. Luego pásalos a agua fría para pelarlos más fácilmente. Córtalos en cuartos.
Paso 2
Preparar la base: Lava el tomate y córtalo en rodajas o en gajos. Si usas aguacate, corta también unas láminas finas.
Paso 3
Montar el plato: Coloca los espárragos escurridos en el centro del plato.
Paso 4
Añade el tomate, el atún desmigado y el huevo duro alrededor.
Paso 5
Incorpora también el aguacate y las hojas verdes si quieres.
Paso 6
Justo antes de servir, riega con un chorrito generoso de aceite de oliva virgen extra, unas gotas de vinagre de Jerez (o limón), sal en escamas y pimienta negra.
Si quieres darle un plus, puedes añadir unas almendras tostadas picadas o unas aceitunas negras. El resultado es una cena se hace literalmente en 10-12 minutos, es fresquita, saciante gracias a las proteínas y grasas saludables, y encima muy digestiva para una noche de verano.
¿Por qué gusta tanto en Aragón? Porque respeta el producto (el espárrago tiene un sabor delicado y no necesita mucha manipulación). También porque es rápida de preparar después de un día de calor. Asimismo, porque combina sencillez y sabor de forma tradicional, muy en línea con la cocina aragonesa, que valora lo auténtico y sin complicaciones. Y además, nutricionalmente es muy equilibrada: fibra, proteínas, antioxidantes y grasas saludables del aceite.
En definitiva, no se trata de comer siempre pechuga de pollo a la plancha. Existen mil recetas ricas, frescas y proteicas: ceviches, ensaladas templadas de legumbres, tortillas, salteados rápidos, wraps de lechuga y atún...