
Alimento de Aragón.
Ni atún ni pollo, el alimento aragonés rico en proteínas que es perfecto para cenar: "Favorece la recuperación muscular"
Se trata de uno de los alimentos estrella para quienes buscan una cena saludable, ligera y rica en proteínas vegetales.
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Incorporar proteínas en nuestras cenas es fundamental para mantener una dieta equilibrada y saludable. Las proteínas son nutrientes esenciales que desempeñan un papel clave en la reparación y crecimiento de los músculos, lo que es especialmente importante después de una jornada activa o de ejercicio. Además, las proteínas ayudan a mantener una piel sana, el cabello fuerte y un sistema inmunológico robusto.
Durante la noche, el cuerpo se encuentra en proceso de regeneración celular, y las proteínas son cruciales para este proceso. Incluir una cantidad adecuada de proteínas en la cena también contribuye a una mejor calidad del sueño, ya que ayudan a regular los niveles de serotonina y melatonina, hormonas relacionadas con el descanso.
En el corazón de la dieta mediterránea y con profundas raíces en la cocina aragonesa, hay un ingrediente proteico que está ganando protagonismo por méritos propios: las borrajas. Durante años, este vegetal ha sido protagonista silencioso en las cocinas de Aragón, y hoy la ciencia y la nutrición moderna lo elevan como uno de los alimentos estrella para quienes buscan una cena saludable, ligera y rica en proteínas vegetales.
La borraja, aunque modesta en apariencia, está repleta de nutrientes que favorecen la recuperación muscular, algo especialmente valorado por deportistas o personas con un estilo de vida activo. Contiene una buena dosis de proteínas de origen vegetal, además de ser fuente natural de magnesio, calcio, hierro y ácidos grasos esenciales como el omega-6.
Todo ello con un bajo contenido calórico, lo que la convierte en un acompañamiento ideal para las cenas. Además, su alto contenido en agua y fibra la hace muy digestiva y saciante, lo cual ayuda a mantener una buena salud digestiva y controlar el apetito en las últimas horas del día.
En Aragón es muy habitual prepararla cocida con patata y un chorrito de aceite de oliva virgen extra, pero también se puede saltear con ajo, añadir a tortillas, cremas, revueltos o incluso preparar con almejas o jamón, al estilo tradicional.
Para los que buscan opciones más creativas, una crema templada de borrajas con huevo escalfado, o una ensalada tibia con borrajas, queso fresco y nueces puede ser la clave para incorporar este tesoro aragonés a la rutina nocturna.
La receta de borrajas con patatas es muy sencilla y se caracteriza por la mezcla de dos ingredientes principales: las borrajas y las patatas. Para prepararla, las borrajas se limpian y se cortan en trozos, mientras que las patatas se pelan y se cortan en rodajas. Ambos ingredientes se cocinan en agua con sal y, a veces, se les añade un poco de aceite de oliva, ajo, cebolla o incluso jamón o chorizo, dependiendo de la receta. El resultado es un guiso ligero, nutritivo y con un sabor muy característico gracias a la borraja, que le da un toque fresco y ligeramente ácido.
Este plato es perfecto para los meses de primavera, cuando las borrajas están en temporada, pero también se puede disfrutar en otras épocas del año si se utilizan borrajas congeladas. Es común que se sirva como plato principal o acompañante de carnes, y en ocasiones se sirve como tapa en bares de la región.
Aunque el plato de borrajas con patatas sigue siendo muy popular en Aragón, su preparación ha evolucionado con el tiempo. Hoy en día, algunos chefs y cocineros han experimentado con la receta tradicional, añadiendo toques modernos como caldos más elaborados, hierbas frescas o diferentes tipos de aceite. Sin embargo, a pesar de las modificaciones que pueda haber, la esencia de este plato sigue siendo la misma: un homenaje a los productos locales y a la cocina de temporada, respetuosa con la tradición aragonesa.
El plato también refleja una parte importante de la identidad gastronómica de Aragón, una región donde el consumo de productos de la huerta siempre ha sido muy importante. Los ingredientes frescos y locales, como las borrajas y las patatas, se consideran parte fundamental de la dieta aragonesa, y los platos que los incorporan son una manera de conectar con la historia y las costumbres de la región.