Zaragoza vive un momento único. Consolidada ya como la cuarta ciudad de España, se afianza como polo de atracción de empresas e inversores vinculados a muy distintos sectores, desde la tecnología, la logística, la investigación y la salud. El anuncio de la llegada inminente de inversiones que superan los 30.000 millones de euros en el término municipal y el entorno metropolitano abre nuevos retos en la gestión diaria: retener talento vinculado al empleo de alta cualificación que se está generando y garantizar que el crecimiento de Zaragoza se produzca de forma ordenada, para no perder calidad de vida es intentar que no aumente el coste de la vida.
El Gobierno de Zaragoza ha comenzado el año con un presupuesto presentado, que nos va a permitir seguir transformando Zaragoza a velocidad de crucero. Si por algo se ha caracterizado la gestión de los 15 concejales del Partido Popular es por haber aprovechado el tiempo, siempre ejecutivos, rápidos, eficaces y eficientes en la gestión. Sin distraernos con el ruido político que hacen quienes carecen de ideas y proyectos. Así, siendo productivos y ágiles en el día a día, es como hemos logrado cerrar el año 2024 con una ejecución presupuestaria récord, con el 80% realizado (por encima del 90%, en el caso de los proyectos vinculados a fondos europeos).
No se recuerda un momento en la historia de Zaragoza en el que se hayan puesto en marcha, en apenas año y medio, proyectos de tanta envergadura como los que hemos lanzado en esta legislatura: reforma del estadio de La Romareda después de décadas de parálisis política, construcción de 1.715 viviendas de precio asequible ya en marcha, remodelación de las riberas del río Huerva (uno de los proyectos ambientales más ambiciosos que se han acometido en Zaragoza y que se estudiará como modelo de urbanismo y renaturalización en las facultades universitarias) o un plan de inversión en los barrios valorado en más de 200 millones de euros que ya se está ejecutando con la construcción del centro cívico de la avenida Hispanidad, la reforma de las avenidas Cataluña y Navarra, la reforma del convento de San Agustín en el Casco Histórico, la construcción de los pabellones de Montañana y Garrapinillos, la reconversión del Jardín Botánico o la inminente reforma del parque del Tío Jorge en el Rabal.
Durante el primer año y medio de legislatura, hemos desarrollado la fase de lanzamiento de los grandes proyectos antes mencionados. Lo que nos ocupa ahora es, por un lado, la ejecución eficaz y en tiempo de todos estos proyectos en todos los distritos y barrios rurales, y, por otro lado, el desarrollo de las nuevas líneas de trabajo para que esta velocidad de crucero que hemos alcanzado en la gestión se mantenga con nuevos proyectos.
En las próximas semanas veremos cómo comienzan las obras de rehabilitación de la antigua fábrica Giesa, en Montemolín, un proyecto valorado en 18,3 millones de euros, que convertirá este espacio de valor arquitectónico en un motor económico vinculado al sector audiovisual, una industria emergente con gran potencial en Zaragoza. Aportaré sólo un dato: en apenas cuatro años, desde la creación de la Zaragoza Film Office, se ha pasado de 30 rodajes al año a más de 200 en el último ejercicio. Las oportunidades que se abren para atraer a productoras y estudios españoles y europeos son inmensas.
También en las próximas semanas asistiremos al impulso de otros de los proyectos estrella de la legislatura, la construcción del centro deportivo Distrito Sur, unas instalaciones de última generación, con una inversión que superará los 12 millones de euros, que prestará servicio a más de 40.000 vecinos de los barrios del arco sur de la ciudad.
Y, fieles a ese objetivo de ser eficaces y ejecutivos, estamos trabajando ya en las nuevas parcelas y suelos que destinaremos a seguir construyendo e impulsando vivienda a precio asequible, para garantizar que los precios de la vivienda siguen estando un 40% por debajo de los de Madrid, Barcelona o Málaga.
Avanzamos, en paralelo, en proyectos ambiciosos e ilusionantes como la preparación de la ciudad para albergar el Mundial de Fútbol 2030, la consolidación de Zaragoza como Capital Mundial de la Garnacha con la que esperamos atraer a más de 300.000 visitantes al año, y el impulso de un hub de Defensa, un ecosistema transversal destinado a fortalecer e impulsar la formación, el emprendimiento, la investigación, la producción y las actividades de operaciones de defensa. Se trata de un gran equipo de trabajo que reúne a grupos de empresas (representados por los tres clúster aeroespacial, Telecomunicaciones y Logístico de Aragón), universidades, institutos de formación especializada e instituciones públicas: Ayuntamiento de Zaragoza, Gobierno de Aragón y Ministerio de Defensa.
Zaragoza es un hervidero de ideas, de proyectos y de acciones valientes. Y eso no pasa desapercibido ni en España ni en Europa. Somos la ciudad que habla cara a cara con Google, con Amazon, con Microsoft y con las empresas punteras en energías renovables. Somos la segunda ciudad líder en calidad de vida, con altos índices de seguridad y con las tasas más bajas de sinhogarismo que demuestran que nos volcamos con la política social y no dejamos a nadie atrás. Somos la ciudad de las oportunidades, modelo de urbe europea del Siglo XXI, a la que todo el mundo quiere venir a invertir y a vivir. Y lo mejor es que la transformación apenas acaba de empezar. Esto es sólo el principio.