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Economía

¿De dónde sacará Samca el agua que necesita para sus tres centros de datos en Zaragoza?

La disponibilidad de agua es uno de los factores determinantes por los que múltiples empresas están aterrizando en el valle del Ebro para ubicar sus centros de datos.

Más información: Los centros de datos de Samca en Luceni (Zaragoza) obligarán a expropiar más de 27 hectáreas de terrenos municipales

Zaragoza
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El consumo de agua es una de las grandes preocupaciones sociales que centran el gran ‘boom’ de centros de datos en Aragón. Ante un número cada vez mayor de estas instalaciones, organizaciones ambientales ya han puesto el foco en las cantidades de recursos hídricos que se necesitan para evitar el sobrecalentamiento de los servidores.

De hecho, la disponibilidad de agua es uno de los factores determinantes por los que múltiples empresas están aterrizando en el valle del Ebro para ubicar sus centros de datos. Entre ellas, hay grandes multinacionales como Amazon Web Services y Microsoft, fondos de inversión inmobiliarios como Blackstone y Azora, o la aragonesa Samca, una de las últimas en sumarse.

En este último caso, la compañía nacida al calor de la minería ubicará tres centros de datos en el municipio de Luceni, junto a la autovía A-68 y el Canal Imperial de Aragón. Ocuparán cerca de 50 hectáreas, con una superficie urbanizada de 370.000 metros cuadrados.

La cercanía al Canal Imperial es una de las claves para haber elegido esta ubicación, ya que Samca se nutrirá de su agua para la refrigeración de sus servidores. La compañía sostiene en su documentación ambiental inicial que no habrá ninguna “merma significativa” para el regadío al tratarse de una infraestructura excedentaria.

Las aguas para el consumo del campus de datos se tomarán del Canal Imperial de Aragón y, posteriormente, se devolverán al propio Canal o al barranco del Bayo, si bien, este punto deberá ser confirmado durante la tramitación del estudio de impacto ambiental. Eso sí, toda obra deberá tener en cuenta su catalogación como Bien de Interés Cultural.

El principal uso del Canal Imperial de Aragón es el de regadío, pero también se usa para abastecimiento y como protección contra inundaciones. Cada año tiene una demanda de 417 hectómetros cúbicos, de los que 175 se destinan a la agricultura y unos 65 al abastecimiento de la ciudad de Zaragoza.

Otras grandes empresas como ICT Ibérica y Saica también son grandes consumidoras del agua del Canal Imperial de Aragón, así como el centro de datos de AWS en El Burgo de Ebro. La tecnológica americana ya tiene un acuerdo con el Canal Imperial por el cual se suministran un caudal punta de 30 l/s y un volumen anual de 260.000 metros cúbicos.

Ante ello, desde Samca reconocen que tanto el agua como la energía son dos recursos “escasos”, por lo que ya están trabajando con diversas ingenierías para lograr la mayor eficiencia. “En la medida en que se reduce el agua se incrementa el consumo de electricidad. El dato final está pendiente de decidir por el tipo de servidor, pero somos conscientes de que hay que optar por las mejores técnicas disponibles”, explicaba el vicepresidente de Samca, Guillermo Luengo, durante la presentación del proyecto.

Zona de riesgo inundable

Samca ha iniciado la tramitación ambiental de sus tres centros de datos en Luceni, un requisito clave para iniciar la construcción del centro de datos en el segundo trimestre de 2026 y ponerlo en funcionamiento en una primera fase a partir de 2028, tal y como es el deseo de la empresa.

En el documento, también se evidencia que los terrenos donde se ubicará el campus de datos se encuentra en una zona de riesgo alto de inundaciones, próximo a la llanura del barranco del Bayo. Según el estudio llevado a cabo por la empresa especializada ENSAYA, se recomienda realizar un estudio detallado de inundabilidad de la zona.

Las últimas tormentas del pasado 13 de junio en Zaragoza ya alertaron del riesgo de instalar infraestructuras básicas en zonas con riesgo de inundación. De hecho, algunos de los principales daños se encontraban en áreas de peligro en caso de crecida descontrolada, como el centro de salud de Azuara o la residencia que se estaba construyendo desde hace solo tres meses en la misma localidad. Ambos quedaron destruidos.