"Llevamos toda la vida aquí y es duro": el adiós definitivo de una librería con casi 45 años de historia en Zaragoza

Imposible contener las lágrimas en una difícil despedida como la de la Librería Central de Zaragoza. Este miércoles 30 de abril, la histórica librería de Corona de Aragón baja definitivamente las puertas de su negocio. Su cierre era una realidad desde hace dos meses, cuando entró en concurso de acreedores, pero hasta esta semana no se sabía la fecha exacta de su adiós. Finalmente, les comunicaron que sería este miércoles.

“Parece que el 30 de abril será el último día en que las tiendas permanezcan abiertas al público. Aprovechad hoy y mañana para adquirir importantes descuentos”, escribían en Instagram este martes.

Estanterías Librería Central este miércoles. E.E.

Así pues, desde primera hora de hoy, el ambiente en la Librería Central era de profunda tristeza. Con su cierre se pierde un referente de la cultura, un espacio por donde han pasado varias generaciones tras casi 45 años de vida en la capital aragonesa. Y es que muchos han crecido y evolucionado comprando los libros de sus diversas estanterías.

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Sin duda, es una pérdida para todos los clientes, pero el dolor es incluso mayor para aquellos que lo han vivido desde dentro. Es el caso de sus trabajadores, que llegaban este miércoles a la librería sin ser conscientes de que era su último día abiertos. “Da bastante pena, pero es lo que hay”, señalaba una de las empleadas.

“Sabíamos desde hace tiempo que tenía que cerrar, sabíamos que sería para finales de abril, faltaba por concretar la fecha y ha sido hasta el último día”, explica esta todavía sin hacerse a la idea. “No podemos continuar hasta cuando queramos nosotros, que sería hasta agotar las existencias. Esto lo dicta un juez”, añadía.

Exterior de la Librería Central.

En ese sentido, con tranquilidad en el local, la trabajadora manifiesta que muchos clientes ya han acudido a la Librería Central en las últimas semanas, desde que se anunció la liquidación, pues podía ser en cualquier momento. “Ya han pasado casi todos los fijos a comprar”, contaba otro compañero.

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Eso sí, uno de los clientes presentes, que había acudido en busca de un libro para su mujer, se sorprendía al escuchar que era el último día. Había ido casualmente, pero menos mal.

Un cliente buscando un libro. E.E.

La Librería Central significa mucho más que un lugar donde encontrar todos los libros que se puedan imaginar. Es también la cercanía y amistad con el cliente y la familia entre los trabajadores. Es por ello que este miércoles era un día complicado para ellos.

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“Me voy a echar a llorar cuando acabe”, susurraba una. “Son muchos años aquí, toda la vida, y es duro. Hay que llevarlo como podamos y disfrutar de este día”, sumaba otro dependiente mientras cobraba alguno de sus últimos ejemplares.

Pero, esto jamás será un adiós, porque la Librería Central seguirá siempre en la memoria de todos los zaragozanos y aragoneses. Recuerdos, momentos, e historias eternas a través de sus libros.