Accidente mortal del tranvía, en la parada de Romareda.
Zaragoza estudia una novedosa medida de seguridad vial: reducirá el riesgo en los accidentes de tranvía
Las zonas bajo análisis son Romareda, Actur y Universidad.
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Romareda, Actur y Universidad. Tres son las zonas en las que el Ayuntamiento de Zaragoza está estudiando cómo mejorar la seguridad vial entre tranvía y peatones. Un análisis que se encargó hace ya casi un año, tras el trágico accidente mortal de una menor en la parada frente al hospital universitario Miguel Servet.
Si bien, como han repetido en numerosas ocasiones desde el Consistorio, "el riesgo cero no existe", con este estudio lo que se pretende es "reducir el impacto de los accidentes". Sobre todo en estas tres zonas donde buena parte de usuarios son escolares o de estudiantes.
Partiendo del factor humano y los posibles despistes de los ciudadanos, una de las medidas que se está estudiando para poder aplicar en estos puntos negros del tranvía es la de generar más espacio entre el andén y las vías del tranvía.
Evitar riesgos
Todo ello calculado al milímetro para evitar "al máximo" cualquier riesgo de daño hacia el peatón. Se trata de una obra que se podría llevar a cabo, aunque el estudio todavía no está acabado. Eso sí, lo que sí se conoce es que, en cualquier caso, todo tipo de medidas que se lleven a cabo en la zona se tendrán que coordinar con la reforma del Ibercaja Romareda, donde está previsto crear una plaza que dé paso al nuevo campo de fútbol.
Además de esto, el estudio también revisará posibles trazados alternativos para el peatón, los pasos de cebra y otras medidas que ayuden a reducir el impacto como nuevas señales de tráfico en estas zonas.
Dentro del Plan de Seguridad Vial de Zaragoza, aprobado en 2024 y dotado con un millón de euros en el presupuesto municipal de 2025, se incluyen otras actuaciones que ya están en marcha, como:
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Revisión de siete entornos escolares y tres tramos viarios principales (Vía Ibérica, Camino de las Torres y Romareda).
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Auditoría de carriles bici y ciclocarriles.
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Aumento del tiempo de paso para peatones, siguiendo criterios de accesibilidad.
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Nuevos pasos de peatones en la traza del tranvía, con balizas y avisos acústicos.
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Reducción de la velocidad del tranvía en la parada de Romareda a 15 km/h.
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Eliminación del ámbar intermitente en la calle Argualas.
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Instalación de balizas luminosas y ampliación de semáforos sonoros (ya más de 1.700).
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Prueba piloto de pasos de peatones inteligentes en Camino del Pilón, que se ampliará a diez ubicaciones.
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Incorporación de sistemas de seguridad activa en todos los nuevos autobuses urbanos.