
De la Cal y Alday, con la Expo de fondo. E. E.
Los arquitectos de la Expo imaginan cómo será su futuro: de un High Line en el parque del Agua a usos residenciales
Los 'padres' de la muestra repasan el estado actual del legado y recuerdan cómo vivieron aquellos meses cuando se cumplen 17 años de la inauguración.
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Parece que fue ayer, pero han pasado 17 años. La Expo de Zaragoza celebra este sábado su aniversario, el último antes de alcanzar 'la mayoría de edad', con proyectos como la gran transformación de la Torre del Agua y la reconversión de las principales concesiones del parque del Agua en el horizonte. Para celebrarlo, EL ESPAÑOL DE ARAGÓN ha conversado con Pablo de la Cal e Iñaki Alday, dos de los 'arquitectos' de la muestra internacional: así creen ellos que será la Expo del futuro.
De la Cal fue jefe de proyectos de la sociedad estatal Expoagua. En su opinión, el legado de la Expo va mucho más allá de las intervenciones artísticas del Frente Fluvial o edificios singulares como el pabellón de Aragón o el de España, aún sin uso.
"Uno de ellos fue la transformación de las riberas, que convirtió al Ebro en la calle Mayor de la ciudad. Fue una intervención como nunca antes se había hecho", recuerda. También se queda con la coordinación administrativa que hubo en aquellos tiempos entre el Estado, el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Llegar a tiempo fue un auténtico reto, obligando a acotar los plazos para poder inaugurar con todo terminado. Diecisiete años después, De la Cal cree que hay "más luces que sombras".
"Las riberas están de sobresaliente, el Parque del Agua es un referente internacional de diseño y espacios como el Palacio de Congresos y la Ciudad de la Justicia funcionan razonablemente bien. El reto está en darle uso a los edificios que fueron más importantes durante la Expo", expone.
Por poner un 'pero', echa en falta una mayor diversidad: "Podrían haberse incluido usos de carácter residencial colectivo, el planeamiento lo permite, la residencia de Vitalia es el mejor ejemplo".
¿Y cómo imagina el futuro? "Lo imagino con todos los edificios en uso y con mayor dinamismo. Nada sustancialmente distinto a lo que vemos hoy, pero sí más vital. La Expo tiene edificios singulares en los que se pueden hacer cosas muy distintas a las de otras partes de la ciudad. Es una zona privilegiada", opina.
Iñaki Alday, padre del parque del Agua, asegura que este pulmón se concibió como uno de los grandes legados de la post Expo. "Consiguió que el meandro no fuera el patio trasero de la Expo, sino su gran pieza verde. Fue una idea visionaria y admirable. Ha conseguido proteger a la ciudad de las grandes inundaciones haciendo de alcolchamiento", afirma.
Diecisiete años después de su apertura sigue recibiendo nominaciones a prestigiosos premios internacionales como los Landezine, y aunque el fracaso de la práctica totalidad de sus concesiones ha empañado su imagen, cree que ha mejorado con el tiempo, ya que la vegetación se ha desarrollado y el río ha hecho su trabajo.
Su gran tamaño y la falta de mantenimiento ha hecho que llegue a este aniversario con un claro 'necesita mejorar'. También ha de tenerse en cuenta, apunta Alday, que hay cosas que no se llegaron a hacer "o que se hicieron con mucha prisa". "Al llegar la crisis fue imposible volver a completar las cosas o rehacer aquellas que se sabía que se estaban haciendo apresuradamente porque había que inaugurar", lamenta.
A su juicio, ha habido zonas del parque que han sido "maltratadas" por las concesiones. "Hay que revisitar esas zonas, recuperarlas y darles el esplendor que tenían. Un ejemplo es el acueducto, que se construyó mal y a base de prefabricados. Esto hizo que tuviera goteras permanentemente. Hay que transformarlo, tiene un potencial enorme para convertirse en un gran jardín elevado con abundante vegetación. Hay que ponerle cariño y encontrar los usos adecuados", agrega.
También hay una zona "perfecta" para festivales: el norte del parque. "Hay que poner todo al día y me consta que el Ayuntamiento ya está en ello. Estamos hablando de un gran patrimonio verde y cultural de la ciudad. Se lo merece", señala.
A él le gustaría que la zona del aparcamiento y la antigua entrada de la Expo se convierta en un gran espacio público, que el acueducto llegue a ser un paseo como la High Line de Nueva York y que se cuide todo lo relativo a las concesiones.
La celebración
Para conmemorar este 17º aniversario, la Asociación Legado Expo ha preparado para este fin de semana una programación especial con visitas al Frente Fluvial y una comida 'de traje' para socios y simpatizantes del colectivo.
Los actos centrales serán la presentación de su informe actualizado sobre el estado del legado y la entrega de sus premios, este domingo, en el Acuario Fluvial con entrada libre y gratuita hasta completar aforo.