
Hermano receptor en un procedimiento de recogida de un cuerpo Hermandad de la Sangre de Cristo
La cofradía con más de 800 años de historia que recoge a los muertos en Zaragoza: "Vives momentos muy duros"
La Hermandad de la Sangre de Cristo se ocupa del traslado de 500 personas fallecidas al año en las inmediaciones de la capital aragonesa.
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Más allá de la labor cofrade que realizan, una hermandad zaragozana emprende una labor silenciosa a lo largo de todo el año. Aunque no se le suele asociar su presencia en episodios judiciales, la Hermandad de la Sangre de Cristo ocupa un lugar indispensable ya que se encarga de la recogida de muertos. Esta labor no viene de ahora sino que tiene casi mil años de historia ya que los primeros vestigios en el siglo XIII de que los Franciscanos tomarán esta tarea como propia para dar sepultura a aquellos que fallecían en soledad, víctimas de accidentes o asesinatos, o enfermedad.
Más de 800 años después, la Hermandad sigue vigente y conforma uno de los pilares fundamentales en el ámbito judicial de Zaragoza. Pertenecientes a la Cofradía que da su nombre, en la actualidad 48 Hermanos Receptores participan de forma voluntaria en la recogida de cuerpos en el territorio de la capital aragonesa. "Los tiempos han cambiado mucho porque antes la recogida -fíjate- se hacía en carros e iba un hombre por delante tocando la campana", explica Eduardo Baile, Hermano Mayor, de la Cofradía de la Sangre de Cristo.
En la actualidad, todo es diferente, en el siglo XIII se recogía mediante carros y se erigía suelo sagrado mediante un paño mortuorio. Asimismo, la Hermandad llegaba incluso hasta los presos condenados a pena de muerte y realizaban una labor de acompañamiento en el día antes de su ejecución. Ahora toma todo un procedimiento y solo actúan ante hechos mediante orden judicial: "Recogemos cuerpos con toda la información presente con nombre, apellido, dirección", detalla. Al año recogen de media unas 500 personas fallecidas en Zaragoza.

El conjunto de los Hermanos Receptores de la Hermandad de la Sangre de Cristo Hermandad de la Sangre de Cristo
Los procedimientos por tanto también han evolucionado. "Hace más de cuarenta años iban con solo unos guantes para recoger los cadáveres en descomposición, ahora se va con sacos, se precinta el cadáver y se mete en un sudario", explica Baile. Así, los hermanos acuden lo antes posible al lugar tras recibir una llamada del juzgado y así hasta que concluye con la entrega del cadáver en el Instituto de Medicina Legal de Aragón. Para disponer de una rápida actuación, el Hermano Mayor relata que mediante una subvención del Ayuntamiento de Zaragoza hay cuatro empleados que se encuentran de guardia.
Con el tiempo y entrada en vigor el Protocolo de Actuación en 2010, firmado entre la Hermandad y el Consejero de Política Territorial, Justicia e Interior del Gobierno de Aragón, su radio de trabajo se ha ido reduciendo hasta la capital aragonesa. Tal y como recuerda el Hermano Mayor, quien lleva 44 años en ello, ha vivido en primera persona "ir hasta Tudela a la frontera a recoger un fallecido". Sin embargo, en estos momentos su actividad se limita a Zaragoza.
"Acudir a recoger un bebé es muy duro porque piensas que podría ser tu hijo"
La larga historia de esta Hermandad ha propiciado que hayan estado presentes en momentos que han quedado grabados en la memoria colectiva más reciente de Aragón como el atentado de ETA a la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987, el incendio del hotel Corona de Aragón en 1979, entre otros muchos. En su historia más actual se encuentra la impronta de la covid donde su trabajo resultó ser vertebrador en el desarrollo de la pandemia. "El ejército se inculcó también en la recogida de fallecidos, pero resultaron momentos muy difíciles", recuerda.
Aunque si bien estos son momentos que tocan la fibra, el Hermano Mayor reconoce que los momentos más dolorosos son "cuando se trata de los más pequeños": "Acudir a recoger un bebé es muy duro porque piensas que podría ser tu hijo", admite emocionado.
La dificultad que este requiere señala que "no es para cualquiera". Así, para pasar a formar parte de la Hermandad de la Sangre de Cristo se debe realizar un periodo de aspirante de seis meses en el que se debe realizar un curso de Prevención de Riesgos Laborales, de criminalística y NRBQ, estos últimos impartidos por la Guardia Civil. "Hay gente que inicialmente tiene mucha voluntad, pero cuando se encuentra con la realidad es una cosa muy diferente", señala. A pesar de que lleva 44 años, reconoce que si lo hace es porque tiene "fuerza de voluntad": "Quería aportar a la sociedad algo por mi parte y esta fue la manera que encontré".