
Telesilla Sarrau, en la estación de Cerler Aramon
Cambio radical en una de las principales estaciones de esquí de Aragón: dirá adiós a un telesilla de 50 años
El telesilla Sarrau, que lleva en funcionamiento desde 1975, será sustituido por una moderna instalación de cuatro plazas, el doble que el actual.
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Una de las principales estaciones de esquí en el Pirineo aragonés vivirá un importante cambio en los próximos meses. Las pistas de Cerler, ubicadas en el valle de Benasque, dirán adiós a su histórico telesilla Sarrau, de medio siglo de vida, para instalar un remonte más moderno y adaptado a los requisitos actuales, basados en la sostenibilidad, comodidad y seguridad.
Durante los 50 años de vida de este telesilla, la estación de Cerler ha ido sometiendo la instalación a numerosas actuaciones y revisiones, tanto ordinarias como extraordinarias, según se renovaba la normativa de instalaciones por cable. Pero ello no ha evitado que, en los últimos tiempos, se sucedieran algunas averías puntuales que han terminado obligando a afrontar una renovación completa de este remonte.
Así, el telesilla Sarrau, que lleva en funcionamiento desde 1975, será sustituido por una moderna instalación de cuatro plazas, el doble que la actual, y con capacidad para transportar más de 1.800 personas a la hora, con un tiempo de viaje ligeramente por encima de los cinco minutos. Tendrá una longitud de más de 750 metros y superará un desnivel de 327 metros.
Para afrontar esta obra, se han estudiado diversas alternativas, concluyendo finalmente la idoneidad de mantener el trazado actual en lugar de plantear otra opción que, pese a poder ser más óptima, supondría mayor afectación a la superficie de bosque. Con ello, las obras requeridas para la nueva instalación se aminoran en gran medida dado que las pilonas del nuevo telesilla se ubican casi en las mismas posiciones que las del actual, que ya disponen de acceso.
En cualquier caso, no se podrá evitar que los trabajos causen molestias temporales a la fauna de la zona, que incluso podrían afectar a su reproducción, aunque se puede mitigar ajustando el cronograma de las obras más ruidosas a los momentos en que la fauna presente en la zona sea menos vulnerable.
Además, el estudio de impacto ambiental ha detectado otros impactos sobre la fauna, como el incremento del riesgo de colisión de la fauna con el cable de comunicaciones, que en el nuevo telesilla es aéreo, mientras que en el actual va por la superficie del terreno. No obstante, se puede mitigar con la aplicación de medidas correctoras como la incorporación de balizas anticolisión para aves.
Como novedad, el edificio de salida será sustituido por una estación motriz, situada sobre un mástil de hormigón. Además, destacará por aplicar un sistema de pinza fija que requiere un bajo mantenimiento, con un reducido número de componentes y una construcción simple, lo que garantiza una larga vida útil.
Paralelamente, en las próximas semanas se deberían iniciar los trabajos de otro de los grandes proyectos de la estación de Cerler, la construcción del telecabina con Benasque. La italiana Leitner se impuso en el concurso con una oferta de 12,8 millones de euros, rebajando en unos 600.000 euros el precio inicial de partida. Contará con 53 vehículos en línea, con una capacidad para transportar hasta 2.400 personas por hora en ambos sentidos. Con una velocidad máxima de 6 metros por segundo, el trayecto entre Benasque y Cerler se completaría en 5 minutos y 47 segundos.