Daniel Mateo, el cerrajero de TikTok en su tienda de Av. Francisco de Goya 56 (Zaragoza)

Daniel Mateo, el cerrajero de TikTok en su tienda de Av. Francisco de Goya 56 (Zaragoza) Gema Romero

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Daniel Mateo, cerrajero con 28 años de experiencia, tajante con la okupación: "Idealista es el mejor escaparate para okupas"

Las ventas en seguridad no paran de crecer, igual que la inseguridad de muchos vecinos que se blindan ante la okupación

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Zaragoza
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Daniel Mateo, muy popular en redes sociales como 'El cerrajero de TikTok' conoce de primera mano una realidad que inquieta a cada vez más propietarios en España: el aumento de la okupación de viviendas.

Tras casi 30 años abriendo y asegurando domicilios, Mateo admite que nunca había visto una demanda tan alta como la que hay en estos momentos ya no sólo en Zaragoza, sino en toda España.

"Idealista es el mejor escaparate para los okupas", afirma el cerrajero. "Pueden hacer una visita, y si les gusta y la puerta es vulnerable, se quedan" explica a EL ESPAÑOL DE ARAGÓN. Incluso hay ocasiones en las que los propios okupas contactan con los cerrajeros: "No se han cortado en decirnos que querían entrar en una casa que no era suya, con toda la desfachatez del mundo".

No obstante, en ciertos casos la okupación resulta menos evidente a simple vista. "Me llamaron para hacer un servicio, llegué allí y la situación era un poco inverosímil", recuerda. Después de abrir la puerta, un vecino le informó de que la vivienda era propiedad de un banco y que quienes habían solicitado el servicio eran en realidad okupas. “Llamé a la Guardia Civil, pero me dijeron que no podían hacer nada. Me recomendaron que la próxima vez tuviera más cuidado”, lamenta.

Daniel relata un nuevo caso en el que se quedó "de piedra" ante la "inacción" de la Policía. Le llamó una pareja de propietarios de avanzada edad para cambiar la cerradura de un piso.

Con ellos había un individuo que Daniel no sabía quién era. Mientras realizaba su trabajo, se enteró de que iban a alquilar ese piso "recién reformado". Cuando Mateo había finalizado su labor, entró un varón corpulento por la puerta y se coló en la vivienda. "Llamé a la Policía y no hicieron nada" explica.

Para Mateo, estas situaciones revelan el grave vacío legal que sufren los propietarios: “En cuanto alguien pone un pie en tu casa, pierdes todos los derechos sobre ella. Hay una inacción de las autoridades provocada por la ley”.

Ventas multiplicadas por cuatro

“¿Se han incrementado los trabajos de seguridad por miedo a la okupación?”, le preguntamos. Su respuesta es contundente: “Un rotundo sí. Nunca se ha vendido tanta alta seguridad como ahora”. Mateo asegura que, desde hace 7 u 8 años, las ventas se han multiplicado por cuatro, especialmente en las grandes ciudades.

Las primeras residencias, destaca, son las más vulnerables al fenómeno, aunque también las segundas viviendas –en la playa o la montaña– pueden convertirse en objetivo. “Pero en menor medida”, aclara.

Medidas de protección

Daniel es directo frente a las medidas de protección: “Para segundas residencias, lo mejor es una alarma con aviso al móvil y una mejora sustancial en las cerraduras”. Aunque reconoce que no son soluciones económicas, advierte: “Lo que cuesta recuperar un piso okupado es mucho mayor”.

Además, explica que una puerta acorazada de 700 euros asegura que “no es eficaz”. La alta seguridad, dice, parte de los 3.000 euros. Sin embargo, subraya que un buen bombín, bien protegido y acompañado de un cerrojo puede ser suficiente: “Por 400 o 500 euros, tienes tranquilidad para 20 años”.

El testimonio de Daniel Mateo revela la creciente preocupación social ante la okupación y la sensación de desprotección de quienes se ven afectados. Mientras tanto, el sector de la cerrajería vive su particular auge, impulsado, paradójicamente, por el miedo.