Los hijos de inmigrantes ya acceden a más empleos cualificados que los jóvenes aragoneses

Más formados y con mejores puestos laborales. Este el perfil mayoritario de la segunda generación de inmigrantes en Aragón. Los hijos de aquellos que vinieron a encontrar una vida mejor parece que lo están consiguiendo a base de esfuerzo.

Así lo constata el informe pionero 'La segunda generación de inmigrantes de Aragón' realizado por los sociólogos Jacobo Muñoz Comet (Uned) y Albert Arcarons (CIS) de la mano de la Fundación Basilio Paraíso.

El informe de estos expertos muestra una realidad que se aleja de los mensajes de odio que viene recibiendo este colectivo ante los últimos hechos de Torre Pacheco. En esta línea, el análisis cometido muestra cómo esta segunda generación ya ve una evolución en sus puestos de trabajos con un "perfil completamente distinto".

En números, los hijos de inmigrantes ocupan un 33,9% en la clase de servicios, es decir, trabajos cualificados. Unas cifras que superan a los nativos aragoneses que se sitúan levemente más bajo con un 32%. Además, se ve una distancia sustancial con la primera generación en la que apenas se sitúa en el 8,3%.

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"Acceden a cualquier tipo de servicio desde ingenieros, profesores o médicos con alta cualificación dejando de lado puestos de camareros o temporeros", ha subrayado Pilar de la Vega, patrona de la Fundación. Sin embargo, desde el propio informe matizan que "sigue existiendo una clara sobrerrepresentación en los sectores de menor cualificación".

En este sentido a nivel nacional se nota más este incremento de diferenciación entre segunda generación de inmigrantes de ámbito nacional como en el terreno aragonés. En el cómputo nacional un 42% ocupan trabajos manuales no cualificados, en contra con el 28,6% de la segunda generación de Aragón.

"En Aragón la segunda generación ha logrado una inserción más favorable", subrayan los autores en el informe. De esta forma, señalan que podría estar vinculado a una mejor formación, mayor capital social o una integración más efectiva en el mercado laboral regional.

Desde la formación educativa también se han visto cambios ya que la segunda generación ya cuenta que el 39,1% de ellos tienen titulaciones universitarias frente al 15,7% de sus padres y al 49,2% de los nativos. 

Sin embargo, la proporción en secundaria básica sigue siendo elevada, con un 31,6%. Aunque ya solo representan un 3,9% de estudios máximos de primaria.

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"Estos datos reflejan que, aunque el origen inmigrante sigue siendo un factor asociado a menores niveles educativos, especialmente en la primera generación, la segunda generación muestra signos claros de integración educativa", reza el estudio.

A pesar de estos datos que muestran un alto nivel educativo, contrasta con las tasas de repetir curso en las que apenas se ha notado mejoría entre generaciones ya que la primera ha repetido un 42,6% mientras que la segunda un 42,3%: "La desventaja del inmigrante se mantiene igual con independencia del estatus migratorio", concreta el informe.

A pesar de ello, el abandono ha disminuido entre generaciones ya que en la primera representa un 27,1% mientras que en la segunda es del 10,7%. Ante estos datos, De la Vega señala que "la educación es la manera de escalar socialmente" por lo que refleja este cambio drástico.