Gabriel Rodríguez, piloto del helicóptero de la Policía Nacional

Gabriel Rodríguez, piloto del helicóptero de la Policía Nacional E. E.

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Gabriel Rodríguez, piloto del helicóptero de la Policía: "Desde el aire se apreciaba más la desgracia de la dana"

El piloto junto a otros 77 compañeros de la Policía Nacional han recibido la Medalla de Aragón por sus labores en la zona.

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Las calles convertidas en ríos, el lodo inundando todo a su paso y coches amontonados fueron la imagen que llegó a la retina de la Unidad Aérea de la Policía Nacional que se desplazó a la Comunidad Valenciana desde el día 30 de octubre hasta el 12 noviembre. A los seis integrantes que conformaron la unidad se les ha hecho entrega este martes en acto oficial la Medalla de Aragón junto a otros 70 compañeros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) por su trabajo en la zona afectada.

Gabriel Rodríguez, piloto del helicóptero de la Unidad Aérea en Aragón, le llena de satisfacción haber sido condecorado con esta medalla de la comunidad que le acogió con los brazos abiertos hace nueve años cuando le destinaron aquí: "Soy asturiano y estoy muy orgulloso de vivir en esta tierra y que me hayan concedido la medalla", detalla feliz a EL ESPAÑOL DE ARAGÓN.

El piloto del Cóndor, destinado a la zona de Catarroja, Masanassa y la cuenca de la Albufera, recuerda con viveza cómo fue ver desde el aire la destrucción que dejó a su paso la dana: "Las imágenes eran súper duras porque había muchísima gente afectada". A lo que añade: "Desde el aire, lógicamente, se ve todo, se apreciaba muchísimo más la perspectiva de la desgracia que ocurrió".

Foto de familia de los agentes de Policía Nacional condecorados con la Medalla de Aragón

Foto de familia de los agentes de Policía Nacional condecorados con la Medalla de Aragón Policía Nacional

El trabajo que realizaron a vista de pájaro se centró sobre todo en el traslado de mandos que no podían desplazarse al estar las carreteras cortadas para poder coordinar los operativos. Pero el que más relevancia tuvo y que resultó primordial fue la búsqueda de desaparecidos con cámaras especializadas para detectar movimientos térmicos.

Rodríguez admite que durante su intervención fue plenamente consciente de la responsabilidad "enorme" que atendía su trabajo: "Nuestro ADN es implicarnos, siempre damos el 200% de nosotros. Fue duro porque sabíamos que ahí había familias, niños, abuelos, que habían pasado unas horas durísimas". Tras siete meses, las cuentas oficiales del Gobierno de España contabilizan 224 fallecidos por la dana en Valencia tras oficializar el fallecimiento de los tres últimos desaparecidos.

"Como Policía Nacional fue una maravilla ver gente de diferentes edades colaborar, ayudar y sacar todo adelante"

Para el rescate y localización de víctimas la coordinación entre Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado resultó una pieza clave en el desarrollo de estas actividades. En el caso de Aragón, se coordinó principalmente con la Guardia Civil y el Ejército ya que compartían hangar: "Nuestros mandos son mandos con mucha experiencia y en todo momento hubo sus reuniones, coordinación y ya una vez volando mantenías conversaciones por radio para comunicarnos entre todos", explica sobre sus operaciones.

Así, recalca que para él, a título personal, la imagen vista desde el aire de "la gente, el barro, los coches amontonados, ver a la gente sufriendo y el no saber cómo ha ocurrido fue lo más duro". Aunque señala que la unión que se conformó entre todos, ya sea medios de emergencias, cuerpos de seguridad o civiles fue "emocionante de ver": "Como Policía Nacional estoy súper contento de haber colaborado y fue una maravilla ver a los compañeros, a los ciudadanos en general, gente de diferentes edades colaborar, ayudar y sacar todo adelante".

"Intranquilo"

Aunque su trabajo en Valencia ha sido recompensado con la Medalla de Aragón, la comunidad es tierra de riadas y el piloto cuenta a este diario que en los nueve años destinado en la base de Zaragoza ha vivido ya dos riadas del Ebro. En su memoria queda graba lo ocurrido el 6 de julio de 2023 cuando la fuerza del agua pudo contra el terreno y la zona de Puerto Venecia se convirtió en un río que arrastraba todo a su paso y se vieron imágenes de gran envergadura como gente agarrada a los árboles o subiendo como podía a los techos de sus vehículos para poder salvarse de la fuerza del agua.

Rodríguez fue uno de los pilotos que conformó el dispositivo que sobrevoló la zona más afectada que anegaba el sur de la ciudad. Así recuerda que inundó la "intranquilidad" por el gran caudal del río Ebro.